El presidente del Atlético cede al club los derechos sobre Futre para que la Federación pueda aceptar su ficha

El presidente del Atlético de Madrid, Jesús Gil, se ha visto obligado a renunciar a sus derechos personales sobre el delantero portugués Paulo Futre y cedérselos a su club para poder tramitar su ficha en la Federación Española. Las normativas federativas, al igual que las homologadas por la Federación Internacional de Fútbol Asociación (FIFA) y la Unión Europea de Asociaciones de Fútbol (UEFA), obligan a que sea un club el que fiche e inscriba a un jugador, no una persona con carácter privado.Gil fichó a Futre en una operación relámpago que comenzó en Portugal, con gestiones con el presidente del Oporto, Jorge Nuno de Lima Pinto da Costa, y que terminó en Milán, donde el actual campeón de la Copa de Europa disputaba un torneo, el llamado mundialito de clubes. El costo del fichaje fue de 415 millones de pesetas, de los que 115 se pagarían al contado cuando Transacciones Exteriores diera su autorización y los 300 restantes mediante una letra de cambio, avalada por una institución bancaria española, con vencimiento al 20 de diciembre de 1987. Al margen, se establecieron las condiciones económicas para Futre, con un contrato por cinco años y más de 100 millones anuales.

El problema surgía en el apartado estrictamente deportivo porque, en la cláusula quinta del contrato, presentado ante la federación, se dice lo siguiente: "Para el supuesto de que la Real Federación Española de Fútbol, la Liga Nacional de Fútbol Profesional de España o el Consejo Superior de Deportes español no autorizaran el traspaso o la contratación del referido jugador profesional de fútbol, los derechos y obligaciones de este contrato serían asumidos a título personal por don Jesús Gil y Gil".

Este párrafo evidenciaba que Futre era propiedad de Gil. De hecho, el presidente del Atlético ha manifestado siempre que, apenas un par de horas después de comprar personalmente a Futre, pudo haber hecho un negocio, también personal, y ganar 150 millones cediendo sus derechos al Inter.

La federación advirtió a Gil esta anomalía y que no podría tramitarse la cartulina de inscripción, independientemente de que tairibién debería pasar el filtro anterior de la Liga Profesional. El presidente del Atlético la envío ayer una carta en la que renuncia a esa cláusula quinta y cede los derechos del jugador a su club.

Por otra parte, es seguro que Futre juegue el sábado, en Londres, el partido conmemorativo del centeriario de la Liga inglesa. Menotti, el nuevo entrenador rejiblanco, no era partidario de ello, pero Gil le convenció de lo publicitario de que Futre sea tiltular en Wembley, lo que le ha garantizado el seleccionador del equipo del resto del mundo que se enfrentará al inglés, Venables. Mientras tanto, se mantienen los trámites en la Embajada portuguesa para que se le conceda a Futre una prórroga de su servicio militar.