Los jugadores españolistas criticaron duramente la decisión del club

La probable venta del Gin MG a la ciudad de Sevilla dejaría en el aire los contratos del técnico Juan Jiménez y los jugadores Albert Illa y José Luis Collins, que, rompiendo la norma habitual del Español renovaron por más de una temporada.Jiménez duda qué hacer la próxima temporada. "He hablado un par de veces con un representante de la sociedad que quiere hacerse cargo del equipo en Sevilla, pero no he concretado nada. Primero quiero hablar con Pedro Tomás [gerente] para saber cómo se liquida su contrato con el Español, ya que me quedaba un año por cumplir. Debo estudiar la posibilidad de coordinar mi actual trabajo con un traslado, o lograr una oferta económica que me compense. Además, tendremos que hablar de la necesidad de llevarme a los jugadores que quiera".

Los jugadores están desconcertados y no saben qué decisión tomar. Para empezar aguardan que alguien del club les comunique la noticia de forma oficial. El capitán Toni Tramullas comentaba: "Cuesta de creer que hayamos llegado a esto. Mi situación familiar hace casi imposible mi marcha a Sevilla".

Jordi Freixanet era, al igual que el norteamericano Mike Phillips, una carga importante en salarios. "Yo prefiero quedarme en Cataluña, aunque no estoy cerrado a una marcha bien renumerada. Casi siempre hay más dinero en los equipos de provincias que aquí. Esta es una situación triste, porque cuando yo llegué la temporada pasada pensaba que la continuidad estaba asegurada y que con el soporte que suponía la masa social, no habría problemas, pero todo ha sido una maniobra electoralista. Sólo les importa el fútbol".

El más duro con la directiva españolista era Miguel Ángel Lete, que hace ya un mes y medio había anunciado al club su marcha, pero tenía la deferencia de aguardar una solución al problema para hacerla pública. "El resto de España se debe estar riendo de nosotros. Si somos un equipo tan malo, por qué todos quieren a sus jugadores, El Español es un club de miras cortas, que desprecia un deporte que va hacia arriba para mantener uno en decadencia. Este es el fin de una cantera que empezaba a dar sus frutos. La forma en que se ha llevado el asunto es lamentable, las promesas de continuidad fueron simples maniobras de cara a las pasadas elecciones".