Los ataques entre el PNV y Garaikoetxea marcaron Aberri Eguna

El recrudecimiento de los enfrentamientos entre el Partido Nacionalista Vasco (PNV) y Eusko Alkartasuna (EA) y la masiva asistencia a los actos convocados por Herri Batasuna (HB) en Gernika, coincidiendo con el cincuenta aniversario del bombardeo de la villa vizcaína, fueron ayer las notas más destacadas del Aberri Eguna (Día de la Patria Vasca) que las formaciones nacionalistas de Euskadi celebran cada Domingo de Resurrección.El PNV lanzó en un documento oficial duros ataques contra el partido escindido de sus filas. Según los peneuvistas, EA intenta ofrecer una imagen moderna y progresista, después de haber aglutinado los sectores más reaccionarios del nacionalismo.

El PNV y EA reunieron a varios miles de seguidores cada uno, el primero en la feria de muestras de Bilbao y el segundo en el velódromo de San Sebastián, mientras HB congregaba a decenas de miles de personas, que bloquearon por completo los accesos a Gernika (Vizcaya).

Los dirigentes peneuvistas insistieron en el acto de Bilbao en que la crisis provocada en el nacionalismo ha sido el factor que ha desencadenado una considerable pérdida electoral de su hegemonía, informa Tonia Etxarri. El lehendakari José Antonio Ardanza afirmó: "la ruptura del nacionalismo ha hecho que gobernemos en coalición". Sin embargo, Ardan a valoró el Gobierno vasco como "una coalición sólida, capaz de resistir los ataques de cualquier oposición". El presidente del PNV, Xabier Arzalluz, no escatimó esfuerzos a la hora de criticar a EA. "Que nadie se atreva a enseñar a este partido", dijo Arzalluz, "lo que es la dignidad".

Mientras tanto, el presidente de Eusko Alkartasuna (EA), Carlos Garaikoetxea, calificó en su mitin en San Sebastián de "inaceptable" la actual situación, informa Aurora Intxausti. El ex lehendakari criticó a los dirigentes del PNV por haber permitido el acceso de los socialistas a Ajuria Enea, así como "por su falta de respeto a la convivencia".

Garaikoetxea, refiriéndose al reciente asalto a la sede donostiarra de EA, hizo un llamamiento a los afiliados del PNV para "restablecer el respeto y la tolerancia y no dejarse llevar por unos mamporreros dirigidos por un iluminado, que es capaz no sólo de hundir a su propio partido sino que además puede hundir la convivencia de este país".

La masiva afluencia a Gernika desbordó la capacidad de los responsables de organización de FIB y los servicios especiales dispuestos por la Ertzaintza (polícía autónoma vasca) para canalizar el tráfico. Todas las carreteras de acceso a la villa quedaron bloqueadas a mediodía, con colas de vehículos de varios kilómetros.

Abrían la marcha de HB supervivientes del bombardeo y dirigentes de la coalición abertzale, con una pancarta en la que podía leerse Askatasuna eta pakea Gernikara (Paz y libertad para Gernika) y Gora Euskadi askatuta (Viva Euskadi libre). La multitud coreó gritos a favor de la independencia y de ETA Militar.

Terminada la marcha, varios oradores tomaron la palabra en la plaza principal, abarrotada de público. Jon Idígoras, de la Mesa Nacional de HB, afirmó que el objetivo del pueblo vasco es recuperar sus plenas libertades como nación soberana.

Por su parte, Euskadiko Ezkerra (EE) congregó a unos trescientos militantes en la localidad vizcaína de Leioa.