Los problemas del dólar y la guerra comercial entre Japón y Estados Unidos provocan el pánico en las bolsas de valores

Las cotizaciones de las acciones en las principales bolsas de valores del mundo experimentaron ayer los negativos efectos del derrumbe de la cotización del dólar y las crecientes amenazas de guerra comercial entre Estados Unidos y Japón, hasta el punto de anular el boom bursátil de primeros de este año.El índice Dow Jones de valores industriales norteamericanos más significativos cayó en la bolsa de Nueva York en cerca de 80 puntos en la primera media hora de transacciones, aunque luego recuperó parte del terreno perdido para cerrar al término de la sesión a 2.278, con pérdida de 57,39 puntos sobre el cierre del viernes pasado, que a su vez había ya cedido 36 puntos sobre el jueves. El Dow Jones se encuentra ahora unos 100 puntos por debajo del máximo histórico y, según los operadores, podría descender otros 100.

En la Bolsa de Londres, la jornada se caracterizó por una baja generalizada, con descensos dramáticos en la mayor parte de las cotizaciones, aunque al final de la sesión también recuperó terreno. Al cierre, el índice Financial Times bajó 38,4 puntos, con lo que cerró a 1.582,2 puntos, el mayor descenso experimentado en un solo día en la historia de la bolsa londinense. Las presiones vendedoras se originaron, al igual que en Estados Unidos, tras la ruptura por parte de Japón del acuerdo sobre microchips, informa Shearson Lehman/ American Express.

La primera jornada de la semana en la bolsa de París transcurrió también en tono deprimido, siendo numerosos los valores que perdieron terreno. El índice general cerró a 388,84 frente a los 393,18 del viernes. La razón básica de este descenso es la caída del dólar en la mayor parte de los mercados de divisas. Respecto al yen, la divisa norteamericana tocó fondo, a pesar de la decidida intervención del Banco de Japón en su favor. Al cierre de la sesión matinal, el dólar se situó a 145,35 yenes, comparados con los 149,00 del pasado viernes.

Otros bancos centrales europeos apoyaron también al dólar aunque sin buenos resultados, pues la divisa norteamericana se depreció respecto de la mayor parte de las monedas.