Julio Gavin

Julio Gavin ha realizado desde pequeño sus tres grandes aficiones: el fútbol, la filatelia y el dibujo. Ha sido futbolista, posee una buena colección de sellos y acaba de inaugurar el Museo Nacional de Dibujo, del que es director principal impulsor. Este delineante es presidente de la asociación cultural Amigos del Serrablo, que en los últimos 15 años ha recuperado de la ruina un conjunto de 13 iglesias de estilo mozárabe, de los siglos X al XIII, labor que mereció la concesión de la Medalla de Oro de Bellas Artes.

Julio Gavin trabaja en una empresa de su localidad y espera la pronta jubilación para dedicar todo el tiempo, además de a su familia, esposa, hijos y nietos, a su gran pasión, la etnología y el museo de dibujo. Confiesa que practica la etnología y el dibujo desde los 14 años: "Acompañaba a un cura de Sabiñánigo por los pueblos de la zona y dibujaba los objetos que encontrábamos". Gavin es un buen dibujante que ha dejado muestra de su oficio en las muchas publicaciones de la Asociación Amigos del Serrablo. Los utensilios de labranza, pastoreo, de la vida cotidiana en los pueblos, le llamaron la atención desde muy chico. "Mi casa parecía un museo y mi madre se lo enseñaba a las visitas". Con el tiempo, este deseo se hizo realidad, pues Amigos del Serrablo creó el Museo Etnológico de Artes Populares, considerado por los expertos como uno de los mejores de Europa en su género. Julio Gavin y un grupo de jóvenes recorrieron los cerca de 100 pueblos abandonados de la zona, el 50%, y recogieron todos los utensilios con destino al museo.La Asociación Amigos del Serrablo surgió en 1971, y fueron sus fundadores Julio Gavin y Antonio Durán Gudiol, el primero ocupa el cargo de presidente desde 1976. Aunque nunca le gusta que se personifique en él, todos saben que ha sido el principal impulsor de esta gran obra, que ha merecido el reconocimiento internacional. Amigos del Serrablo es una asociación que se pone como ejemplo a la hora de hablar de la recuperación del patrimonio. Son muchos los expertos y curiosos de universidades europeas que visitan la colección singular de iglesias mozárabes o románicas. Fueron reconstruidas, piedra a piedra, por un grupo de "chalados" capitaneados por Julio Gavin.

La última gran realización de Amigos del Serrablo es el Museo Nacional de Dibujo, instalado en el castillo de Larrés (Huesca). El día de la inauguración, Julio Gavin era el hombre más feliz del mundo. Uno de sus sueños de infancia se había cumplido.

Hasta ese día tuvieron que pasar cuatro años en los que poco a poco se fue recuperando el viejo castillo del siglo XV, que se hallaba casi en ruinas y que fue donado por sus antiguos dueños a la asociación. Se han invertido unos 30 millones de pesetas en su restauración y en el acondicionamiento del museo. Julio Gavin ha tenido que llamar a muchas puertas, ha mantenido contactos epistolares o por teléfono con los más de 200 artistas que han donado su obra para el museo. Están los mejores del arte contemporáneo español.

El director del museo aspira a ver realizado otro deseo: poder colgar en las paredes del viejo castillo de Larrés un dibujo del premio Nobel de Medicina Santiago Ramón y Cajal, que veraneó durante su infancia en Larrés, pueblo de sus familiares.