Rafael Escobar
es uno de los árbitros que ha tenido que someterse a las pruebas de alcoholemia exigidas por los directivos de fútbol de Almería antes del encuentro. Los directivos del equipo de la capital, el San Roque -en la categoría regional-, adoptaron esta medida cuando comprobaron la excesiva alegría con que algunos colegiados saltaban al terreno de juego. El mismo Escobar dijo, muy contento, que se acababa de beber, mientras comía, dos botellas de vino él solito y sin la ayuda de nadie, según el testimonio de los directivos. Otros denunciaron el pasado domingo al colegiado López García, que dirigió el derby almeriense entre el Plus Ultra y el Sapillo, por motivos similares. Tanto Escobar como López García resultaron agredidos, al parecer por parte de algunos jugadores.
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