_
_
_
_

Uso gestor nacido en los medios de comunicación

Joaquín Estefanía

El próximo secretario de Estado para el Deporte pertenece a la familia Navarro, fundadora de la sociedad Boetticher y Navarro, que hace menos de cinco meses presentó suspensión de pagos. Rondando la cuarentena, Javier Gómez-Navarro se ligó al mundo empresarial hace aproximadamente una decena de años a través de los medios de comunicación. Fue gerente hasta su cierre de la revista Cuadernos para el Diálogo, con Pedro Altares como director. De ahí pasó a la revista Viajar, en la que desempeñó el cargo de consejero editorial, siendo director Luis Carandell. También estuvo en el consejo editorial (esta vez sin puesto ejecutivo) en el mensual de información económica Mayo, compartiendo mesa con personajes tan ilustres como los socialistas Carlos Romero, ministro de Agricultura; Julián Campo, ex ministro de Obras Públicas; Javier Solana, ministro de Cultura; Miguel Muñiz, presidente del Instituto de Crédito Oficial (ICO), y otros. Fue también director gerente de Revista de Occidente a principios del decenio actual, con Soledad Ortega de directora.En 1983, poco después de que los socialistas llegasen al poder, el presidente del Instituto Nacional de Industria (INI), Enrique Moya, le nombró presidente de Viajes Marsans. Pronto entró en la polémica sobre sí esta empresa, como otras de titularidad pública, debía ser reprivatizada. Previamente, tuvo que hacer frente a una auditoría que reflejó pérdidas acumuladas por más de 3.000 millones de pesetas. En septiembre de 1985, Marsans fue adjudicada por el Consejo de Ministros a la empresa privada Trapsatur, que confirmó a Gómez-Navarro como presidente director general de la primera, cargo que ahora tendrá que dejar.

Más información
Javier Gómez-Navarro será nombrado presidente del Consejo Superior de Deportes

Desde este puesto, Javier Gomez-Navarro y un grupo de gestores, casi todos de empresas públicas, sienten la necesidad de una institución que represente a una nueva generación de empresarios nacidos del cambio político. Estos gestores opinan que la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), cúpula patronal, debe seguir representando los intereses de los patronos de este país, pero que, sin embargo, no conjunta las distintas maneras de pensar de los mismos. Algo similar sucede, según esta corriente de opinión, en el Círculo de Empresarios, un club de elite empresarial compuesto por alrededor de un centenar de empresarios que se cooptan a sí mismos.

De esta necesidad de agrupar a los empresarios progresistas nace a mitad de 1985 el Club de Empresarios. Cuatro personas lanzaron la idea: Antonio López, presidente de Amper; Javier Alvarez Vara, director general del Instituto Nacional de Industria; Antonio Rojo, presidente de la Empresa Nacional de óptica, y Javier Gómez-Navarro, presidente de Viajes Marsans. El club está formado por presidentes de empresas -públicas o privadas (gran mayoría de las primeras)-, directores generales o altos ejecutivos. "Ser gestor empresarial no quiere decir ser de derechas. Se puede tener una visión progresista, no de izquierdas, que es lo que falta a otras organizaciones empresariales existentes", opinaban los promotores del club.

En junio del año pasado, Javier Gómez-Navarro fue nombrado presidente del Club de Empresarios, puesto honorífico que seguramente ahora también abandonará. En ese momento, la organización tenía 95 miembros, un 70% relacionado con la empresa pública y el 30% con la privada. Poco después el Club hacía público un documento sobre la concertación social en el que, se proponía que los trabajadores debían participar en la gestión de las sociedades, idea heterodoxa por antonomasia en España.

Gomez-Navarro es también patrón de la Institución Ferial de Madrid (Ifema).

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_