En compañía de gorilas
Se oirá decir por ahí que Mogambo es un Ford menor. Recapacitemos, que no cuesta tanto. Si por esa frase se da a entender que es ése un filme de más pequeña envergadura que, por ejemplo, Río Grande, El hombre tranquilo, Escrito bajo el sol, Wagonmaster, El hombre que mató a Liberty Valance, Dos cabalgan juntos o Siete mujeres, pues de acuerdo: menor, chica.Por el contrario, si de lo que se trata es de enjuiciar los valores intrínsecos de la cinta, sobre todo desde el punto de vista del género en que se inscribe, un género allanado con emoción por nuestras infancias perpetuas, el de aventuras africanas; si de eso se trata, Mogambo nada tiene de menor y es una perla cultivada muy idónea para amantes de ese cine y también, por supuesto, para mitómanos, una enfermedad sentimental que, se quiera o no, todo cinéfilo lleva dentro.
Ahí sí podemos dejar al margen a John Ford, quien, a pesar de haber tomado el proyecto con entusiasmo, estaba un poco como pez fuera del agua, con actores que no son de su columna, paisajes de otra galaxia y argumento ajeno a su idiosincrasia. Y al servicio de un look, el de la Metro, que tampoco le pertenecía.
Actores y doblaje
La gracia suprema de Mogambo está en el magnetismo físico que despiden sus tres protagonistas: Clark Gable (muy maduro ya), Ava Gardner y Grace Kelly. El primero, dando a la perfección el papel de experto hombre de safaris de vuelta de todo o de casi todo. Ava, acreditando sus dotes felinas entre felinos y, en compañía de Clark, dándole al whisky -ahí sí- con la misma fruición que John Wayne o Anne Bancroft en las piezas maestras de Ford. Y Grace, poniendo el elemento aparentemente frágil, de porcelana, en un medio robusto y salvaje: un témpano que se derrite en el trópico.Famosa en nuestro suelo por un doblaje-censura que cuidaba a la brava de la moral nocturna de las tiendas de campaña, Mogambo sigue siendo un feliz entretenimiento genérico, hoy un necesario contrapunto a los entuertos de Harrison Ford y Michael Douglas. Amor y aventuras (y una emocionante escena de la caza del gorila) pintados por el color Kalmus..., algo de lo que no podemos prescindir mientras sigamos cuerdos.
Henry Fonda y Lucille Ball nos proponen horas antes de Mogambo otro entretenimiento ligero, exaltación de la familia numerosa precisamente en la misma década de nuestro desarrollo, cuando Pepe Isbert proclamaba desde la pantalla las excelencias del abuelo infinito.
Tuyos, míos, nuestros, aparte un buen par de comediantes que siempre satisface contemplar, es una bobada sin solución, realizada sin brillo y con 18 retoños insoportables.
Mogambo se emite hoy, a las 22.40, por TVE-1. Tuyos, míos, nuestros se emite hoy, a las 16.05, por TVE1.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.