El Consejo de Administración de Banesto reelige por unanimidad a Pablo Garnica con carácter interino

El Consejo de Administración del Banco Español de Crédito (Banesto) reeligió por unanimidad a Pablo Garnica como presidente de la entidad, aunque introdujo un nuevo acuerdo por el que se compromete a elevar al puesto de presidente al actual vicepresidente y consejero delegado, José María López de Letona, que será promovido en "la fecha más oportuna". La fórmula elegida para la sustitución puede satisfacer a todas las partes, por cuanto no se ha realizado de forma inmediata y permite seguir manteniendo como primera figura al responsable de la gestión de años anteriores.

La decisión del consejo de administración de Banesto de reelegir a Pablo Garnica como presidente de la entidad por un año más, como estatutariamente está establecido, se saldó ayer con una solución salómonica, ya que a la reelección como tal se añadió la propuesta de Garnica al consejo para que su sustituto sea José María López de Letona, primer ejecutivo de la entidad, y el acuerdo para que el momento de la sustitución se produzca a lo largo de los, próximos doce meses, dejando al presidente y al consejero delegado elegir el momento más oportuno.Un comunicado oficial de Banesto daba cuenta ayer de la reunión del consejo de administración, señalando que este órgano había "estimado conveniente anticipar la reelección estatutaria de cargos que debe tener lugar en el último consejo del año", y cuya fecha de celebración está prevista para el 24 de diciembre próximo. No obstante, la sustitución de José María Aguirre Gonzalo al frente de Banesto se produjo, curiosamente, también en el consejo de administración del mes de noviembre de 1983, cuando según esto debería haber tenido lugar un mes después.

La sustitución de Pablo Garnica como presidente de Banesto por José María López de Letona se dio por segura cuando, hace ahora casi un año, Letona fue nombrado miembro del consejo de administración y, sobre todo, cuando dos meses después fue elegido consejero delegado y vicepresidente de la entidad. López de Letona llegaba al segundo banco nacional por depósitos de clientes con el encargo de aclarar todos los agujeros de la entidad y sus filiales y de establecer un plan de recuperación.

Apoyo del Banco de España

José María López de Letona, con el acuerdo del Banco de España, hizo público hace ahora menos de un mes, que el agujero del Banco Garriga Nogués -filial de Banesto- se sitúa en 73.000 millones de pesetas; que las pérdidas por la absorción del Banco Coca se pueden cifrar en unos 5.000 millones de pesetas adicionales a las ya contabilizadas, y que trataría de cubrir el fondo de pensiones a finales de 1987. Antes había solucionado, contablemente al menos, los riesgos contraídos con la empresa de construcción Agromán -presidida por José María Aguirre Gonzalo- y propuso destinar todos los recursos generados en 1986 a provisiones y saneamientos. A cambio, el Banco de España daba autorización a que Banesto repartiera el mismo dividendo entre sus accionistas que en los dos ejercicios anteriores, pero en esta ocasión con cargo a las reservas de libre disposición de la entidad.La sucesión en la presidencia quedaba despejada al explicar que todos los problemas de Banesto procedían de una mala gestión anterior, de la que el máximo responsable fue Pablo Garnica durante muchos años, aunque en aquella conferencia de prensa se dijo que, precisamente gracias a esa gestión, se habían podido obtener las plusvalías suficientes para hacer frente a todos los fallidos actuales.

En definitiva, una de cal y otra de arena que han desembocado en el mantenimiento de Garnica durante unos meses más para que López de Letona sea el nuevo presidente de Banesto "cuando convenga a la entidad", lo que parece querer decir cuando quede claro que el agujero, de la entidad es el anunciado por Letona y no uno superior, que de esta forma podría ser achacado siempre a la gestión anterior.