Aplaudido en la tribuna y abucheado en los fondos
Javier Clemente gastaba una broma a últimas horas de la noche del viernes: "Saldré al campo confundido con los jugadores del Athlétic. Así me aplaudirá todo San Mamés". La treta escondía la tensión que ha soportado el ex entrenador del equipo vasco durante sus dos días de estancia en Bilbao. Estrechó muchas manos, firmó tantos autógrafos como en los días gloriosos, pero también se encontró con actitudes frías y miradas huidizas.A la hora de la verdad, el público le recibió con división de opiniones en este su primer retorno a su vieja casa de San Mamés, a la que regresaba por primera vez desde que fuera sustituido como entrenador del Athlétic en el pasado mes de enero. Los espectadores de la tribuna le aplaudieron, puestos en pie, mientras los de los fondos le pitaron.
Clemente había dicho que vería a los directivos del Athlétic de lejos; "cuanto más lejos, mejor", recalcó. Sin embargo, tuvo muy cerca a Fernando Ochoa, gerente del club. Los dos se toparon en el bar que, durante años, sirvió de marco a las partidas de cartas que jugaban el entrenador bilbaino y el presidente Pedro Aurtenetxe. "Un mago con las cartas, pero siempre con muy mala suerte", afirma el entrenador de Baracaldo. Ochoa y Clemente no se dirigieron la palabra. El gerente pasó discretamente a la cocina, hasta que Clemente se fue.
El entrenador no se ha saludado con ningún directivo durante su estancia en Bilbao. Ni siquiera con Juan Pedro Guzmán, secustrado por ETA Militar a primeros de año. Clemente, que tiene un hermano en Herri Batasuna y a una hermana refugiada en el País Vasco francés pidió públicamente la liberación de Guzmán.
Durante todo el viernes, Clemente no se reunió con ningún jugador del Athlétic, pese a que mantiene con algunos una estrecha amistad. En Lezama vio a Iñaki Sáez, su primer sucesor en el cargo de entrenador. El diálogo fue muy frío en todo momento. Pero sus discrepancias no son de ahora. Sáez y Clemente apenas se han hablado en los últimos cinco años.
75 minutos en directo
TV-3 transmitió finalmente en directo el partido, pero cortó las imágenes a falta de 15 minutos para el final, como exigió el Barcelona, para que los aficionados azulgrana acudieran con tiempo suficiente para ver el Barça-Real Sociedad.
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