España y Portugal quieren dar 'dimensión europea' a sus relaciones
ENVIADO ESPECIALEl presidente del Gobierno español, Felipe González, y el primer ministro portugués, el socialdemócrata Anibal Cavaco Silva, expresaron anoche su firme propósito de reimpulsar las relaciones bilaterales en el nuevo marco comunitario al que pertenecen los dos países ibéricos desde su integración en la CE, el pasado 1 de enero. Ambos dirigentes mostraron públicamente su convicción de que el hecho comunitario va a enterrar la frialdad y la desconfianza que han salpicado históricamente las relaciones entre los dos vecinos peninsulares. González y Cavaco, que por primera vez se encontraron ayer cara a cara en la cumbre, interministerial que se celebra en la localidad portuguesa de Guimarães, habían expresado su deseo de que esta cumbre tenga una dimensión europea.
En las dos sesiones de trabajo que tendrá la cumbre hispano-portuguesa -hoy y mañana- se abordará un amplio abanico de cuestiones susceptibles de contribuir a dinamizar los contactos entre los dos países.
En medios diplomáticos españoles y portugueses se destaca que esta nueva cumbre ibérica tendrá un contenido más político que técnico, y, en todo caso, los posibles proyectos de colaboración se irán concretando en los próximos meses.
Temporal de lluvias
La reunión comenzó tres horas más tarde de lo previsto debido al fuerte temporal que azotó ayer las costas portuguesas. Ello impidió que el primer ministro Cavaco Silva pudiera viajar en avion desde Lisboa a Oporto, teniendo que hacer el viaje de 300 kilómetros en automóvil.Ante el obligado retraso de Cavaco, se avisó a Madrid para que Felipe González aplazara su salida. El presidente del Gobierno, que tenía previsto viajar a Guimarães en helicóptero, tuvo que utilizar un avión Mystère que, por la fuerte lluvia, tuvo que aterrizar en Oporto, a 50 kilómetros de Guimarães, ciudad cuna de la patria portuguesa.
Las dos delegaciones llegaron a la pousada donde se celebra la cumbre y donde se alojan -a tres kilómetros de la ciudad- pasadas las 20.30 horas (19.30, hora de Portugal) y tuvieron que esperar otra media hora el comienzo de la reunión al perderse en el trayecto Oporto-Guimarães el ministro de Asuntos Exteriores, Francisco Fernández Ordóñez, y su homólogo portugués, Pedro Pires Mirand.
Pero ni este incidente, ni la tremenda borrasca, meteorológica se puede decir que van a ser el presagio de una cumbre borrascosa. Todo lo contrario. La dimensión europea está acercandos a los vecinos ibéricos más que nunca.
La delegación española la integran, junto a Felipe González, los ministros de Asuntos Exteriores y de Economía y Hacienda, Francisco Fernández Ordoñez y Carlos Solchaga, respectivamente; el secretario de Estado para las Comunidades Europeas, Pedro Solbes; el director general para Europa, Jesús Esquerra, y los asesores de Política Internacional de Presidencia del Gobierno, Juan Antonio Yáñez y José Pons.
