Richard Steel,
músico británico de 19 años, ha descubierto demasiado tarde que poseía un Stradivarius valorado en unos cien millones de pesetas. Un autobús que había echado marcha atrás acababa de destrozarlo cuando el desconsolado propietario descubrió una inscripción hecha en 1715 por el célebre constructor italiano Antonio Stradivarius. Hace diez años sus padres lo habían comprado en una tienda de ocasión por 20 libras.
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