Buena actuación española en los entrenamientos de Fórmula 3000 del Jarama

Luis Pérez-Sala sólo pudo conseguir el decimotercer puesto de la parrilla de salida de la carrera de Fórmula 3000 que se disputará hoy en el circuito madrileño del Jarama. Un problema mecánico te hizo perder un tiempo que luego no pudo emplear para lograr un mejor registro. Adrián Campos y Alfonso García-Vinuesa estuvieron más que notables. El sistema de calificación benefició a éstos y perjudicó a Pérez-Sala. El italiano Pirro fue el más rápido.

La presión de los acontecimientos relacionados con su salto a la Fórmula 1 -que parece no se producirá, según informó ayer TV 3-, su privilegiada situación en el campeonato de Fórmula 3000 y el hecho de disputarse esta última carrera en el Jarama pudieran haber hecho mella en los nervios de Luis Pérez-Sala. Pero el español ni siquiera tuvo tiempo de darse cuenta de todo ello. Un fallo en un piñón de la caja de cambios le obligó a pasar casi toda la primera sesión de entrenamientos, en los talleres.En la segunda y última tanda, Pérez-Sala tuvo que adaptar el coche al circuito. Antes de terminar el trabajo y sin tiempo para más, se lanzó a conseguir un buen registro. Marcó en una sola vuelta el noveno mejor tiempo séptimo de su manga- y, cuando pretendió mejorarlo, sin poder ya cambiar las ruedas, hizo un trompo y se acabó la sesión.

De cualquier forma, dadas sus características, Pérez-Sala tendrá ocasión en la carrera de mejorar su actuación de ayer.

Adrián Campos, por su parte, tuvo una actuación muy meritoria. Logró el tercer mejor tiempo de su serie -décimo de la general-, lo que le sitúa muy por encima de las posibilidades teóricas de su coche. Ninguno de los siete pilotos extranjeros con monoplazas similares al de Campos pudieron mejorar el registro del valenciano.

El tercer español en pista, Alfonso García-Vinuesa, se sentaba por primera vez al volante de un vehículo como éste, parecido a un Fórmula 1. A pesar de ello, no acusó la lógica falta de adaptación. A base de compensar con derroches de valor y técnica su nula experiencia y la escasa competitividad de su material, Vinuesa logró el objetivo de mostrar, una vez más, sus auténticas posibilidades.