Senna saldrá en primer lugar en el Gran Premio de Estoril

ENVIADO ESPECIAL El brasileño Ayrton Senna (Lotus Renault) ocupará la pole position (primer puesto de la parrilla de salida) en el Gran Premio de Portugal de Fórmula I que se disputa hoy en el circuito de Estoril. Senna superó en casi un segundo al líder provisional del Mundial, el británico Nigel Mansell (Williams-Honda), quien ocupará el segundo lugar por delante del todavía campeón del mundo, el francés Alain Prost (McLaren-Porsche). Nelson Piquet (Williams-Honda) tuvo que conformarse con el sexto puesto, muy pobre resultado para sus aspiraciones al título. Senna pulverizó la marca de Estoril que había logrado él mismo la pasada temporada, al rebajarla en más de cuatro segundos, diferencia enorme.

Para conseguir su propósito, el brasileño, de 26 años, volvió a realizar una de sus típicas actuaciones, dentro y fuera de la pista, en los entrenamientos oficiales para la carrera: consumió su primer juego de neumáticos especiales de calificación -cuya vida es tan efímera que sólo dura dos vueltasal principio de la última y definitiva sesión de entrenamientos oficiales; logré lo que esperaba y se metió en su taller, se bajó del coche y se despojó del casco integral, del pasamontañas ignífugo y de los guantes, y se sentó distraídamente, como si lo que pasaba en la pista le fuera ajeno. Pero no era así.

Porque, pese a su aparente distracción, el brasileño no perdía ojo a una pequeña pantalla de televisión donde le estaban pasando los tiempos que realizaban sus más directos rivales.

Fue así como supo los registros de Mansell y Prost, y los de los pilotos de la escudería Benetton, el austriaco Berger y el italiano Fabi, sin posibilidades para el Mundial pero especialmente brillantes en los entrenamientos.

En el último momento

Todos en Estoril se preguntaban qué pasaba con Senna, por qué no salía de nuevo a la pista, cuando aún le quedaba su segundo juego de neumáticos especiales. Los 60 minutos de la segunda sesión oficial de entrenamientos estaban a punto de consumirse, y Senna seguía sin inmutarse.

Quedaban menos de cinco minutos cuando, como si acabara de pensarlo, en sólo unos segundos, el brasileño se enfundó de nuevo el pasamontañas, el casco y los guantes y se introdujo en el reducidísimo habitáculo de su monoplaza. En un instante estaba en la pista. Cuando los demás equipos quisieron reaccionar y salir de nuevo, aunque sólo fuera para aumentar el número de coches en acción estorbar al brasileño, era demasiado tarde. Había batido el récord.

1, Senna, 1.16.673. 2, Mansell, 1. 17.489. 3, Prost, 1. 17.710. 4, Berger, 1. 17.742.