Los atletas completos por excelencia
JOSÉ MARIA ODRIOZOLA, Les llaman los reyes del estadio porque los decatletas son los atletas por excelencia al tener que practicar todas las especialidades: tres carreras lisas, tres saltos, tres lanzamientos y una carrera de vallas. No tienen horas más que para el entrenamiento y la vigilancia de su recuperación para evitar lesiones. Y de ellos, el mejor es el británico Daley Thompson.
Los hay rápidos y con bote, potentes y con elasticidad, pero todos presentan algún punto flaco. A la prueba que se les da peor y les reporta, por tanto, menos satisfacciones, es precisamente a la que dedican más tiempo en los entrenamientos. Son hombres con una voluntad de hierro y con un punto común: todos odian la última prueba del decatlón, los 1.500 metros. Son muchos los kilos y el agotamiento que hay que arrastrar durante cuatro minutos largos para buscar ahí la medalla.
De todos estos superhombres hay uno que aburre, Thompson, con 28 decatlones disputados desde 1975, invicto en los últimos 12 -desde 1978, en que quedó subcampeón europeo-, dos títulos olímpicos, dos europeos, tres de la Commonwealth, uno mundial absoluto y otro júnior, amén de haber establecido el récord mundial en cuatro ocasiones.
A sus 28 años no piensa en la retirada. Todavía quiere mejorar sus envidiables récords personales: 10.26 segundos en 100 metros -realizados ahora en Stuttgart-, 46.86 en 400, 4.20.3 minutos en 1.500 -realizados hace 10 años, cuando su peso era inferior a los 88 actuales, para 1,84 metros de altura-, 14.04 en 110 vallas -también en Stuttgart-, 2,14 metros en altura, 5,25 en pértiga, 8,01 en longitud, 16,10 en peso, 49,10 en disco y 65,38 en jabalina con el modelo anterior.
Filosofía
Thompson tiene su propia filosofía para el decatlón: para él, cada prueba es una final, para la que se concentra sin pensar en lo hecho antes ni en lo que le queda. Cuando terminó líder el primer día de la competición en los Europeos, dijo: "Para mí comienza esto de nuevo mañana".
Las marcas que se consiguen en cada prueba del decatlón se traducen en puntos, y al final gana el que más suma. Es como una prueba ciclista por etapas. Se puede ganar en una modalidad, pinchar en la siguiente y recuperar lo perdido en el terreno más propicio. Thompson recuperó sobradamente en las carreras lo que perdía ante Hingsen, el subcampeón europeo, en los lanzamientos y saltos, porque éste tiene ahí ventaja debido a su mayor envergadura (más de dos metros de altura y 100 kilos de peso). Esta vez lo que decidió fue la pértiga, prueba en la que Thompson, de muy superior técnica, le sacó 50 centímetros.
Thompson, para renovar su título, pareció tenerlo todo en contra esta vez. El ambiente no le era favorable ante los alemanes Hingsen y Wentz, otros gigantes del atletismo. Pero incluso ante esto y las malas condiciones meteorológicas su experiencia y combatividad no sólo le dieron la victoria, sino que se quedó a 36 puntos de su récord mundial. Thompson sigue siendo el mejor y hasta el que más gusta, como dice irónicamente en las camisetas que viste en las competiciones.
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