González reconoce que fue inferior a Abascal en Zúrich
José Luis González corre hoy en Berlín Oeste y el domingo lo hará en Colonia. José Manuel Abascal, el sábado, atacará el récord de España de 1.500 metros en Barcelona (3.30.92 minutos). El duelo entre ambos continúa, ahora por separado, después de la batalla de Zúrich. Las relaciones entre ambos han mejorado hasta el extremo de que González permitió que su masajista particular atendiera a Abascal. González reconoce: "En Zúrich me habría ganado Abascal aunque no me hubiese caído"; mientras que Abascal cree estar ahora en condiciones de arrebatar el récord a su gran rival.
Las relaciones entre ambos atletas han estado rodeadas de gran tensión en el último año. En Zúrich, sin que hubiera motivo para la cordialidad, los; dos se respetaron y hubo un inicio de recuperar la confianza perdida. González reconocía los méritos de su rival: "Abascal me habría ganado aunque yo no hubiera caído. Me quedé sin fuerzas y rodé por la pista porque quería seguir corriendo con el corazón cuando mis piernas ya no daban más de sí".Esta falta de respuesta orgánica cuando González se exige un mayor ritmo empieza a preocuparle: "Me ocurre todo lo contrario que en temporadas pasadas. No tengo velocidad terminal. Y eso que este año me he entrenado como nunca. Cuando entré en la recta estaba convencido de ganar. La carrera había transcurrido ideal para mí. El sprint que se iba a iniciar era el que siempre había soñado, con Coe detrás de mí a falta de 100 metros. Pasó que ni Abascal ni yo cedimos un solo centímetro y me quedé sin fuerzas hasta el extremo de que, en mi ánimo de llegar cuanto antes a la meta, me quise lanzar hacia ella y el impulso me llevó al suelo".
Abascal cree que también él tuvo su oportunidad de ganar la carrera: "Me faltó decisión para atacar a falta de 500 metros. Por un lado estaba encerrado, por otro tenía que marcar a González. Si hubiera salido, tal y como me encontré, habría ganado". Abascal, para ello, tendría que haber roto la organización de la carrera y pasar a la segunda liebre, el keniata Chesire, que tenía el compromiso de tirar hasta los 1.200 metros. Coe era quien había implantado los ritmos de paso, y destruirle los esquemas no habría sido tampoco del agrado de los organizadores.
Todo esto motivó que Abascal extremara su prudencia y esperara a atacar cuando Chesire pasó por los 1.200 metros. El ataque resultó muy corto para sus condiciones. "González y yo nos enfrascamos en un duelo particular, nos olvidamos de los demás y les hicimos la carrera. Fue una pena y por eso no es bueno que él y yo nos enfrentemos en el extranjero".
Abascal se encuentra ahora en forma; y el sábado, en Barcelona, irá a por el récord de España de 1.500 metros, en poder de González desde el año pasado. Abascal tiene 77 centésimas más. Está convencido de lograrlo: "Ya son muchos los años en que me muestro conservador en mis declaraciones. Estoy cansado de cosas que me he propuesto ir desmintiendo, como lo de que yo no era capaz de hacer buenas marcas a comienzos de temporada o, como me dicen cada vez que voy a mi pueblo, de que no era capaz de ganar a González".
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