Arzalluz afirma, que se aleja el peligro de escisión en el PNV

El presidente de la ejecutiva del Partido Nacionalista Vasco (PNV), Xabier Arzalluz, declaró ayer en Bilbao que el peligro de ruptura en el partido, "si es que en algún momento ha existido, se está alejando", tras la asamblea nacional celebrada en los dos últimos fines de semana. Arzalluz insinuó que, si transcurren unos meses sin que los críticos "echen más leña al fuego", podría considerar se la posibilidad de una amnistía que permita el reingreso de los expulsados. Arzalluz expuso sus puntos de vista en una conferencia de prensa para informar de la asamblea regional de Vizcaya, celebrada el martes por la noche. Por su parte, la asamblea municipal del PNV de Vitoria, alineada con el sector crítico, a la que asistió el expulsado Manuel Ibarrondo, decidió anoche dejar en manos de la dirección del partido la posible creación de otra nueva agrupación política.

La asamblea regional de Vizcaya respaldó la actuación de sus representantes en el rnáximo órgano del partido por 1:13 votos a favor y 15 abstenciones, que corresponden, al parecer, a delegados partidarios de una línea to davía más dura contra el secto crítico, según informa Victorino R. de Azúa desde: Bilbao.Esta ratificación de las posiciones del sector oficial en Vizcaya fue interpretada por Arzalluz como un aviso a los críticos del partido "para que no vuelvan a suceder cosas como las que han estado pasando". Confirmando la impresión de que a partir de ahora serán los tribunales internos los que: se empleen a fondo para resolver las discrepancias Arzalluz indicó que las decisiones de los órganos disciplinario tendrán que ser drásticas, "según lo sean las conductas", y subrayó que no se tolerará que vuelvan a ponerse en tela de juicio los temas ya resueltos por la asamblea nacional.

Según el presidente de la ejecutiva, pese a la persistencia de las diferencias entre ambos sectores, "la crisis ha hecho crisis" y en la dirección del PNV existe ahora la máxima disposición al diálogo abierto sobre cualquier asunto y a todo tipo de reformas, pero siempre "dentro de las reglas estatutarias".

La amnistia, más tarde

Arzalluz consideró inoportuno el momento actual para aprobar una arrinistía que permita la reincorporación de todos los expulsados y excluidos. "Crearía nuevos problemas y podría provocar una sublevación de los que han trabajado como siempre en la campaña electoral y han sufrido un auténtico sabotaje", aseguró. Sin embargo, a renglón seguido, insinuó que con el paso del tiempo pueden llegar a considerarse medidas de gracia.El líder nacionalista advirtió también que, si la asamblea de Vitoria no acata la sentencia por la que ha sido expulsado del partido su presidente, Manuel Ibarrondo, "se coloca fuera de la ley".

Posible nueva formación

La asamblea municipal del PNV de Vitoria, alineada con el sector crítico, a la que asistió el expulsado Manuel Ibarrondo -informa José María M. Vitoria-, decidió anoche dejar en manos de la dirección del partido la posible creación de otra nueva agrupación política.Ibarrondo, quien hasta su sanción había desempeñado la presidencia de la junta municipal, afirmó al concluir la reunión que, en el supuesto de que la cúpula nacionalista considerara que la organización de Vitoria debía ser apartada del PNV por lo sucedido anoche, "es voluntad manifiesta de esta asamblea no renunciar a su libertad de seguir trabajando por nuestros principios". "Si esto se puede hacer en el partido, lo haremos; y si no, lo haremos en otro sitio", matizó Ibarrondo.

Tanto Ibarrondo como el secretario de la junta municipal de Vitoria ratificaron que no utilizarán la vía de la autoexclusión para marcharse del partido y añadieron que en manos de su dirección está el forzar o no que los críticos tengan que ejercer su actividad dentro o fuera de él.

En un documento aprobado por la asamblea, tras acusar al consejo nacional del partido, al tribunal nacional y a la representatividad de los órganos de gobierno del PNV en Álava de la actual situación de crisis, los afiliados asistentes a la asamblea (200 de los 600 militantes de la organización) reafirmaron que la solución sólo puede lograrse con diálogo y amnistía total para los sancionados.

El partido propugnado por los críticos deberá ser profundamente nacionalista, democrático, joven, moderno y progresista y tendrá que ofrecer respuesta a los problemas de Euskadi. Los portavoces de la asamblea ratificaron que, a su juicio, el PNV es el mejor vehículo para llevar a cabo este proyecto, pero que no renuncian a hacerlo por otros medios si la actual dirección nacionalista se lo impide. Fuentes de la ejecutiva regional del partido, del sector oficial, habían advertido que la presencia de Ibarrondo podría ser castigada con la expulsión de la junta municipal y la disolución de la organización.