Fuerte ritmo y final intrascendente en la etapa previa a los Pirineos

ENVIADO ESPECIAL, Los participantes en el Tour llegaron ayer a Burdeos con una hora de adelanto sobre el horario previsto, tras recorrer la etapa más larga de la prueba, de 258,5 kilómetros. La velocidad media fue de 41,6 kilómetros por hora. Pelier, Lemond y Vanderaerden lograron bonificaciones durante el recorrido. Al final hubo una pequeña escapada, sin consecuencias para la clasificación general. En la fuga estuvieron un español, Rodríguez Magro, y un holandés, Hermans, del Seat-Orbea. Éste fue segundo, por milímetros, ante el belga Rudy Dhaenens.

Los hombres del Panasonic se tomaron la etapa de ayer muy en serio. Tanto que imprimieron un elevado ritmo de salida para hacer desistir a cualquier contrario de intentar la escapada. La llegada a Burdeos es tradicionalmente masiva y el Panasonic trabajó para que Planckaert o Vanderaerden ganaran al sprint. Los corredores del Carrera aceptaron encantados este ritmo, porque era una garantía de que Pedersen continuaría de líder. Y Alfonso Guitiérrez también, porque tiene ilusión y capacidad para estar en los sprints. Gutiérrez se quedó con las ganas por la escapada final. Su consuelo fue ser el más rápido del pelotón.La práctica totalidad de los españoles, para los que hoy empieza el Tour con los Pirineos, tampoco hizo ascos al fuerte ritmo de la etapa. Atrás, arropados por el pelotón, no tenían que hacer un gran esfuerzo. Sólo los colombianos acusaron la marcha y, Omar Hernández, que anda con problemas desde el domingo a consecuencia de una caída, lo pasó mal.

Al final, los Panasonic no consiguieron su objetivo y se les distanció un grupo de hombres, entre ellos Rodríguez Magro. Dhaenens fue más lejos en sus intentos y a dos kilómetros de la meta se fue de los escapados. Cuando le quedaban 400 metros para ganar, Hermans, que también había saltado más tarde, apenas le veía, pero en la meta quedaron separados por milímetros. El frenético pedaleo del holandés para ganar metros fue todo un espectáculo.

El Tour deja ya el llano para adentrarse en la montaña sin que ningún corredor haya quedado descartado para una buena clasificación. No ha habido grandes cortes en el pelotón -en ninguna etapa hubo viento que provocara abanicos- ni escapadas de hombres importantes. Las diferencias en la general son debidas sólo a las dos contra reloj disputadas.

La incógnita ahora es saber cómo responderán Hinault y Fignon en la montaña. Pedro Delgado dice que su referencia no será Hinault, "porque ya el año pasado no anduvo bien en ella y ahora hay más montaña y él es un año mayor". Y añadió: "El suizo Urs Zimmermann, que está a poco más de seis minutos de mí, es la referencia más válida".

Fignon tampoco debe de andar muy bien cuando fracasó en la contra reloj individual. Delgado asegura que el francés no es el de años anteriores "porque cuando quiso coger a Hinault el día que se escapó no pudo. El Fignon de sus temporadas triunfales hubiera cogido a Hinault sólo con mirarle".