Fricciones en Coalición Popular al analizar los resultados
La valoración de los resultados de las elecciones legislativas del pasado domingo ha producido serias fricciones en el seno de la Coalición Popular (OCP), según reconocieron dirigentes de algunos de los partidos coligados. Mientras Manuel Fraga ha intentado ofrecer una valoración positiva y optimista de estos resultados, sus socios democristiano y liberal, Oscar Alzaga y José Antonio Segurado, respectivamente, los han considerado "claramente insatisfactorios". Alzaga afirmó ayer: "No hemos conseguido transmitir eficazmente una propuesta atractiva, que conectara con las demandas de moderación, libertad, modernidad y justicia social de amplias capas de nuestra población, por lo que esas aspiraciones en ocasiones se han canalizado hacia otras opciones". Dirigentes de AP admitieron anoche que estas consideraciones, contenidas en una nota oficial hecha pública durante la tarde por Alzaga, habían "caído como una bomba" en el cuarteI general de los conservadores, en la madrileña calle de Génova. En la noche electoral, Alzaga se mostró ambiguo al referirse al futuro de la coalición y de su voluntad de renovar los pactos con AP y PL.
En su nota, Alzaga expresa su voluntad de poner su cargo de presidente del partido a disposición del comité ejecutivo del PDP, que se reunirá este fin de semana, "según es habitual en los partidos democráticos europeos". También señala la necesidad de "impulsar un ancho partido popular, a imagen y semejanza de los grandes partidos democristianos europeo?Igualmente pondrán sus cargos a disposición del comité ejecutivo los restantes miembros del Consejo de Dirección del PDP, que ayer por la tarde mantuvo una larga reunión para calibrar los resultados de las elecciones, en las que los democristianos han obtenido 22 de los 104 escaños logrados por la Coalición Popular en el Congreso y 8 de los 65 senadores.
La reunión
Medios de AP señalaron que Fraga tuvo conocimiento de la nota del PDP solamente cuando ésta fue hecha pública. Sin embargo, estas mismas fuentes creen saber que ya hubo "'síntomas de tensión" durante la reunión que Fraga, Alzaga y Segurado mantuvieron a mediodía y de la que oficialmente tan sólo se dijo que había consistido en tina "primera valoración" de los resultados de la votación del pasado domingo.
"Quedarnos corno estamos sería un fracaso". Estas palabras, pronunciadas algunas semanas antes de las elecciones por el secretario general de Alianza Popular, Jorge Verstrynge, en el curso de un encuentro con un grupo de periodistas, y otras declaraciones similares del presidente del Partido Liberal, José Antonio Segurado, expresan el clima vivido ayer en el seno de los partidos de la Coalición Popular.
Sin embargo, Manuel Fraga se resistió, en sus primeras declaraciones públicas tras conocer los resultados de las elecciones y en otras hechas ayer a la agencia Europa Press, a compartir cualquier valoración pesimista: "Coalición Popular se mantiene prácticamente en número de votos", declaró ayer el presidente de CP y de Alianza Popular, pese a que su formación ha descendido en unos 233.000 votos con respecto a 1982. "Sólo hemos perdido un escaño en el Congreso y, en cambio, ganamos 12 senadores", recalcó Fraga.
El optimismo oficial mostrado por Fraga se extiende también a su propio liderazgo: éste, ahora, "se replantea menos que nunca". "Este punto ha quedado muy zanjado por esta campaña electoral, en la que se demuestra, con gran sentimiento por mi parte, que, como liderazgo, está considerado el mío más que nunca. Lo cual, para mí, no es una buena noticia, pero pienso que sí lo puede ser para la coalición saber que tiene alguien que puede llenar las plazas", dijo.
Dirigentes del PDP y el PL mostraron ayer un inequívoco rechazo ante estas declaraciones. Por su parte, el dirigente de AP en Andalucía, Antonio Hernández Mancha, insistió en que la cabeza de Fraga "no caerá" y en que su liderazgo "no está en absoluto en cuestión", a la vista de los resultados obtenidos el domingo.
Según Fraga, la operación reformista, los partidos regionalistas y, en general, la dispersión del voto han privado a Coalición Popular de obtener entre 15 y 20 escaños más. Reconoció que el CDS de Adolfo Suárez también ha quitad0 a CP algunos votos, lo mismo que al PSOE.
El líder conservador dijo, poco después de conocer el resultado de las elecciones del pasado domingo, que los partidos regionalistas moderados que obtuvieron representación parlamentaria "habrían tenido mejores resultados si hubieran permanecido dentro de Coalición Popular". Ganar la mayor parte posible de las alcaldías de las grandes ciudades y obtener, al menos, la presidencia de ocho de los trece Gobiernos autónomos que estarán en cuestión en las próximas elecciones parece ser ahora la obsesión de Fraga en su tarea de oposición. Los dirigentes de CP parecen con vencidos de que "se podría ganar" en los comicios autonómicos de Cantabria, Navarra, Rioja, las dos Castillas, Canarias, Baleares y Murcia. También se muestran se guros de obtener la alcaldía de Madrid, entre otras capitales.
El planteamiento ante estas elecciones del año próximo también parece estar provocando ya fricciones en el seno de la coalición; Alianza Popular pretende que sean militantes de este partido todos los candidatos a la presidencia de estos ocho Gobiernos autónomos, excepto los de Navarra (que se destinaría al democristiano Jaime Ignacio del Burgo) y Canarias (el candidato sería el liberal José Miguel Bravo de Laguna).
El PDP, por su parte, pretende que sean sus dirigentes Rodolfo Martín Villa y Javier Rupérez los cabezas de candidatura para la presidencia de las juntas autonómicas de Castilla y León y de Castilla-La Mancha, respectivamente. AP insiste en que los aspirantes deben ser José María Aznar para la comunidad castellano-leonesa y Arturo García Tizón, para Castilla-La Mancha.
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