Bélgica intenta rehabilitar su imagen con una buena clasificación
Un periodista del News Blad, de Bruselas, bautizó a la selección de Bélgica como los diablos rojos por el ímpetu con que afrontaron su primer partido internacional, en 1905, contra Francia. Desde entonces, Bélgica ha mantenido un aceptable nivel futbolístico. En México 86 interviene en su séptima fase final de un Mundial. Bélgica se ha tomado este torneo como el purgatorio definitivo para rehabilitar su imagen tras los graves problemas de sobornos en los que se vieron envueltos hace tres años algunos de sus jugadores internacionales.
Uno de los mejores momentos de Bélgica llegó en 1980. Con un espléndido equipo, formado por jugadores de la generación de los setenta, llegó a la final de la Eurocopa 80, en Italia, en la que cayó ante la RFA. España había sido una de sus víctimas durante el campeonato. Era un conjunto compacto, homogéneo, muy disciplinado y con algunas individualidades destacadas. Entre otros, ahí estaban Gerets, Meeuws, Plesers o Vandermissen. Un par de años más tarde se verían envueltos en un turbio asunto.Varios de estos jugadores fueron acusados por la federación belga de participar en un supuesto caso de soborno en la Liga y castigados hasta con dos años de suspensión. Aquella potente selección belga se desmembró y ahora lucha por rehabilitar su imagen con la absolución dada a jugadores como el propio Gerets, considerado hace años como el mejor defensa derecho de Europa.
Guy Thys, el seleccionador, lleva en el cargo desde 1976 y pasó los peores momentos de su dilatada trayectoria en la fase de clasificación. Bélgica estaba encuadrada en un grupo con Polonia, Grecia y Albania. Las cosas comenzaron a ponerse feas en lo que la Prensa belga dio en llamar diciembre negro en la excursión por los Balcanes. La selección se jugaba buena parte de sus posibilidades en Atenas, contra Grecia, y en Tirana, frente a Albania. Dos partidos asequibles en teoría, pero que se saldaron con un empate en Atenas y una humillante derrota por 0-2 en Tirana. Una serie de resultados posteriores de Polonia, que entró como primera de grupo, facilitaron el segundo puesto a los diablos rojos, que se dispusieron a buscar su billete para México en una repesca ante su tradicional adversario, Holanda. En el primer partido, jugado en Bruselas, Bélgica ganó por 1-0. En el segundo, Holanda se adelantó por 2-0, pero Georges Grun, defensa del Anderlecht, acertó a cabecear el balón a la red a escasos minutos del final del partido. Era el 2-1, con tanto de valor doble, redentor.
Las figuras
La selección belga cuenta con figuras importantes en el fútbol europeo, como el meta Jean-Marie Pfaff, de 33 años, que juega en el Bayern. de Múnich. Pfaff está casado con una española llamada Carmen. Otro titular, el defensa Gerets, otra vez en el equipo tras haber cumplido su sanción, juega en el PSV Eindhoven, holandés. La columna vertebral de la selección la forman los jugadores del Anderlecht, como Scifo, Grun, Vercauteren, Vandereycken y Vandenberg. Una columna rota por las lesiones de estos dos últimos, lo que hace recaer el peso del equipo en el joven Vicenzo Scifo, hijo de emigrantes sicilianos y un caso de precocidad futbolística. Por él pagó el Anderlecht 10 millones de pesetas, cantidad discreta para las cifras que se manejan en el fútbol mundial, de no ser por un pequeño detalle: los 10 millones los pagó el club de Bruselas al club La Louvière cuando Scifo tenía 14 años. Junto a él, elemento decisivo es, también Ceulemans, del Brujas.
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