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MÉXICO 86

Antonio Carbajal

El ex portero mexicano, único jugador presente en cinco mundiales

Antonio Carbajal es conocido en México como El Cinco Copas. Su récord de haber participado en cinco fases finales de campeonatos del mundo lo estableció el que fuera portero de la selección mexicana desde 1950 a 1966. Carbajal, de 57 años, dirige ahora un equipo de su país, el Atlético Morelias, y comenta el Mundial 86 para una cadena de televisión. La historia también cuenta que ha sido el meta más goleado de los mundiales: 25 goles en 11 partidos.

Jugar cinco campeonatos del mundo es algo que difícilmente puede igualar ya ningún futbolista. Para conseguir este récord, a favor de Carbajal se aliaron factores como la debilidad de los equipos de la zona de la Confederación del Norte y Centroamérica (Concacaf), lo que hizo que México alcanzara sus clasificaciones ininterrumpidamente durante su larga etapa de actividad. Y a favor del mantenimiento de su marca cuentan ahora aspectos importantes, como el mayor desgaste físico de los futbolistas de esta época y la mayor competitividad individual por entrar en los conjuntos nacionales.Y también será difícil que algún seleccionador coopere de manera altruista en. detalles tan poco prácticos, aunque de notable intensidad sentimental, como son la conquista de récords para la historia del fútbol. Eso también jugó a favor de Carbajal en el último mundial en que intervino, el de Inglaterra, en 1966, cuando el entonces técnico de la selección mexicana colaboró en la hazaña de El Cinco Copas dándole la titularidad en el tercer partido del grupo -bien es cierto que México ya no tenía nada que hacer y el riesgo era inexistente-, contra Uruguay. Carbajal era el suplente de Ignacio Calderón, pero rindió bien en el encuentro de su récord y posterior despedida.

No al béisbol

A los 10 años, Carbajal se encontró con su primer balón y lo primero que se le pasó por la cabeza fue hacer novillos con un compañero, no acudir a la escuela. Su padre le dio una bronca monumental, que no fue la primera y tampoco sería la última, aunque por razones de celos. El padre de Carbajal se había empeñado en que su hijo Antonio, el mayor de nueve hermanos, hiciera carrera en el béisbol. El padre de El Cinco Copas, conductor de un autocar del colegio Inglés, era un excelente

beisbolista aficionado. Pero el destino de Carbajal iba a discurrir por otros caminos.

Carbajal fue olímpico con la selección de su país en 1948 y, poco después, fichó por el club España, propiedad de un comerciante de vidrios. Carbajal compaginó en él su afición por el fútbol -"eran otros tiempos bien distintos al exagerado profesionalismo actual", comenta- con un puesto de trabajo en una vidriería del dueño del club, que, como el Asturias, desapareció por motivos políticos.

Su debú en un mundial fue en el de Brasil 50. México perdió con el anfitrión. Los magos de la samba volvieron a derrotar a los mexicanos cuatro años más tarde en el de Suiza. De este campeonato Carbajal recuerda la anécdota de que un árbitro español, Asensi, impidió un empate del equipo mexicano al señalar un penalti "inexistente" a favor de Francia. Carbajal y México lograron luego su primer punto mundialista en el torneo de 1958, en Suecia, contra País de Gales. "Creía que iba a ser mi último mundial".

No fue así. Carbajal llegó hasta el de Inglaterra 66. Antes, en Chile 62, fue el protagonista de una de las imágenes famosas de los mundiales: llorando, apoyado en un poste, tras recibir, en el último minuto del encuentro frente a España, el gol marcado por Peiró después de un impresionante avance de Gento desde su propia defensa.

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