Inglaterra, impotente por su inferioridad numérica

Inglaterra, en lo que cabe considerar como el peor partido de todo lo que se lleva jugado de Mundial, volvió a tropezar, esta vez frente a la selección de Marruecos, que se limitó a aprovechar la superioridad nuirriérica (el inglés Wilkins fue expulsado a los 41 minutos de juego) para conseguir un nuevo empate y sumar su segundo punto en el que era su quinto encuentro en una fase final.La impotencia de los ingleses, que también jugaron todo el segundo tiempo sin su centrocampista ofensivo, Bryan Robson, hospitalizado por una luxación de hombro en una caída, fue mamfiesta a lo largo de todo el partido. Se hubieran pasado tres días jugando y no habrían conseguido ni un solo gol. Desaparecidos del campo Wilkins y Robson, el juego inglés quedó a merced de un voluntarioso Hoddle, que a los 15 minutos del segundo tiempo acusó de forma notable el fuerte calor reinante ayer en Monterrey.

Marruecos se limitó a dejar pasar el tiempo y desperdició, sin duda, su mejor oportunidad mundialista para lograr un triunfo.