México cumplió en su debú
México comenzó especialmente nervioso por la responsabilidad. Todo el país estaba. tras su selección. Sin embargo, tuvo fortuna en marcar pronto, después de una falta muy bien rematada por el central Quirarte, y ello le dio el aplomo que le faltaba. Hizo entonces un juego rápido y preciosista y hasta marcó otro gol en córner ensayado. Pero el tanto belga antes del descanso dio nuevas alas al equipo europeo, que dominó en una segunda parte muy brusca, aunque México se defendió bien.Fue un partido sin mucha historia, con una carencia casi total de jugadas. Los tres goles fueron consecuencia de saques a balón parado, fallos defensivos y la habilidad de los goleadores para meter la cabeza a tiempo. México lo tuvo todo a su favor con un gol pronto, que le puso las cosas claras. Bélgica jugó para atrás, como el cangrejo, a ritmo de tortuga y, sólo se animó a atacar en la segunda parte, cuando se encontró con un gol inesperado marcado en los minutos de descuento del primer tiempo. La posibilidad de empatar el partido animó a los belgas, que adelantaron a Ceulemans a la delantera y presionaron más sobre México.
México tardó 37 minutos en llegar por primera vez a la portería Bélgica en el segundo tiempo. Esto da idea de la forma agarrotada en que jugaron los mexicanos, abrumados por la responsabilidad y el temor al empate. En el minuto 87, gracias a una genialidad de Hugo Sánchez, México casi consiguió el tercer gol. Hugo se movió en terrenos muy amplios y no tuvo encima un marcador especial porque los belgas le siguieron por zonas. Tuvo detalles de gran categoría futbolística junto con sus habituales de saltimbanqui, como la voltereta después de que el árbitro le mostrase la tarjeta amarilla. A fin de cuentas no iba a cambiar sus costumbres españolas.
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