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Desigual reparto en el aumento medio del 200% de los beneficios de las cajas de ahorro en 1985

Los beneficios de las cajas de ahorro en 1985 crecieron el 20% o 21% (según se excluya o no a la Postal), aunque han tenido una evolución muy desigual entre las diversas entidades. Mientras que dos de las cuatro grandes los han reducido para poder así incrementar sus fondos en previsión de insolvencias, otras cuatro de las 25 mayores entidades los han elevado muy por encima del 50%. Sólo una de las 79 cajas ha incurrido en pérdidas: la de Plasencia, que ha contabilizado un déficit de 1.311 millones de pesetas.

Los balances enviados por las 79 entidades a la Confederación Española de Cajas de Ahorros y al Banco de España contabilizan unos beneficios de 117.939 millones de pesetas, sin descontar los 1.311 millones de pérdidas registradas en la Caja de Plasencia. Su incremento neto ha sido del 21,17%, bastante inferior al 37% registrado provisionalmente por el conjunto del sector bancario.Si se descuentan los 8.576 millones de pesetas correspondientes a la Caja Postal, no confederada, el Aumento ha quedado en torno al 20%. Esta magnitud se sitúa a menor distancia del 25% contabilizado por los bancos que han tenido beneficios.

A la espera de que las propias cajas o el Banco de España confirmen o modifiquen estos resultados -el año pasado los beneficios de la banca privada se vieron recortados tras este repaso en unos 5.000 millones de pesetas-, su coinparación con los correspondientes a 1984 muestra un comportamiento muy desigual.

Entre las 25 mayores cajas de ahorro confederadas, dos de las tres primeras han tenido menos beneficios que el año anterior. Se trata de la Caja de Pensiones, con una reducción del 6,6%, y de la Caja de Cataluña, que ha ganado un 17,6% menos que el año anterior. La Caixa ha sido desplazada de su habitual liderazgo en el ranking por la Caja de Madrid, que ha tenido un ejercicio coincidente con la media de este largo tercio del sistema financiero.

La disminución de los beneficios en las primeras entidades catalanas obedece principalmente a que han tenido que reforzar sus provisiones frente a insolvencias. La Caixa ha elevado éstas de los 18.434 millones de pesetas en 1984 a los 21.743 millones, después del 15% de aumento del año anterior. En el caso de la Caja de Cataluña, cuyos fondos frente a insolvencias crecieron el 17% en 1984, han pasado de 2.319 a 2.769 millones de pesetas.

Por el contrario, los mayores incrementos de beneficios dentro de otras grandes cajas se han centrado en entidades que el año anterior habían elevado con más fuerza sus dotaciones frente a insolvencias. Los máximos crecimientos de ganancias han sido el 77,5% en la de Galicia, 62% en la municipal de San Sebastián, 60% en la de Asturias, 47% en la Inmaculada de Aragón, 45% en la Municipal de Burgos, 54% en la de Alicante y Murcia, y 48% en la Provincial de Guipúzcoa. Algunas de ellas (Galicia, Municipal de San Sebastián e Inmaculada), que ya el año anterior tuvieron fuertes aumentos, han vuelto a elevar sus beneficios gracias a la disminución de las provisiones frente a insolvencias.

Paralelismo con la banca

Este fenómeno ha puesto de relieve cierto paralelismo con los resultados de la banca, que el año pasado aumentó los beneficios debido a que recuperó cerca de 80.000 millones de pesetas empleados en ejercicios anteriores para amortizar créditos o para provisionar eventuales insolvencias. Sin embargo, el nivel de estos saneamientos ha sido durante la última década de crisis empresarial muy inferior en las cajas que en los bancos, como consecuencia de la menor dedicación de las cajas a las empresas y de su mayor especialización en los particulares.Según fuentes de la Confederación Española de Cajas de Ahorros, a nivel de resultados, el año 1985 se ha caracterizado por el descenso de los ingresos financieros respecto al total de recursos manejados, por la rebaja en la retribución de los depósitos a plazo (partida que ha incrementado su participación en el total de recursos) y por la continuidad de una significativa reducción en el margen de ingresos y gastos financieros. Pero éste se mantiene todavía muy por encima del de la banca, que también descendió en 1985.

En el aspecto comercial, los recursos administrados por las cajas crecieron cerca del 20%. Por haber aumentado menos en otras instituciones financieras, su cuota de mercado cerró el año en el 40,31%, superando en 3,92 puntos la de 12 meses antes.

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