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El balonmano español quiere consolidarse en el Mundial

El balonmano español se enfrenta este mes en el Mundial A de Suiza a la ocasión de consolidarse como deporte capaz de atraer a mayor número de aficionados, tras las expectativas levantadas hace unas semanas con los triunfos en partidos amistosos contra Rumanía -tres veces campeón del mundo- y Yugoslavia -actual campeón olímpico-. Juan de Dios Román, seleccionador nacional, también tiene ante sí un reto importante: conjugar la confianza psicológica que quiere inculcar en sus jugadores y evitar "un exceso de responsabilidad ante el Mundial más difícil de la historia para la selección".

El balonmano, un deporte con claro predominio de los países del Este, no acaba de consolidarse en España. En los últimos años se ha producido una mejora en los resultados de equipos de clubes como Atlético de Madrid y Barcelona, pero la selección cuenta por fracasos sus actuaciones. Y eso es lo que Juan de Dios Román, seleccionador, pretende corregir en la medida de las posibilidades que permite una competencia con las selecciones del bloque socialista, con mayor nivel y tiempo para su preparación.El balonmano dirige sus sorteos de mundiales y Juegos Olímpicos según las clasificaciones anteriores. España quedó mal, octava, en Los Ángeles y sólo pudo ser sexta en el último Mundial B, por lo que comenzó ya a pagar sus fracasos con su entrada en el sorteo del próximo Mundial A de Suiza, que comenzará el día 25, en el llamado pelotón de los torpes. Le correspondió luego en el sorteo enfrentarse a la República Federal de Alemania, Suiza y Polonia, en un grupo fuerte pero de menor nivel que el primero, integrado por Yugoslavia, URSS, República Democrática Alemana y Cuba. Ahí tuvo suerte España, pero de pasar esta fase -se clasifican los tres primeros de cada uno de los cuatro grupos-, en la siguiente estará en un grupo de seis con los tres primeros del grupo de Yugoslavia. Lo ideal hubiese sido entrar en cualquiera de los otros dos grupos, ambos de peor nivel. Rumanía, Islandia, Checoslovaquia y Corea del Sur forman el tercero, y Dinamarca, Suecia, Hungría y Argelia, el cuarto.

El seleccionador, pretende evitar el exceso de tensión en los jugadores. Admite que psicológicamente se ha creado la expectativa de que un éxito importante puede consolidar este deporte, pero asegura: "Tampoco es cosa de entrar en la dinámica éxito-auge contra fracaso-decepción. Esto pesa como una espada de Damocles para la selección en los últimos años, aunque mantengo mi idea de que en cualquier momento puede llegar el bombazo". Algo hay lanado desde el fracaso de Los Angeles: "Los jugadores me comprenden mejor".

Los seleccionados son los porteros Rico (Atlético), Zúñiga (Teka) y García (Cacaolat); Cecilio, Chechu, Reino y López León (Atlético), Papitu (Barcelona) y Novoa (Tecnisán), primeras líneas; Puig (Cacaolat) y De la Puente (Barcelona), pivotes, y Julián Ruiz (Teka), Milian (Atlético), Serrano (Barcelona) y Cabanas (Tecnisán), extremos. Melo (Tecnisán) puede completar hoy la lista. Los jugadores se reparten una beca de nueve millones al año, según los días de concentración y partidos jugados.

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