_
_
_
_
_
BALONCESTO / GRUPO A -1

Estudiantes, 104 Cacaolat, 91

Luis Gómez

Vino el Cacaolat al Magariños mermado en sus huestes, con sólo siete jugadores para intentar vencer al Estudiantes. Y, claro, no pudo. Y no fue porque se quedara corto de elementos, que los siete jugaron, sino porque no pudo hacer más. El Estudiantes es otro desde hace unas semanas, desde que está entre los grandes, y hasta tiene su complejo de superioridad. Ayer lo tuvo durante unos minutos con el Cacaolat y casi se le indigesta. Sin embargo, resolvió bien, aunque este equipo, que es el único de toda la categoría que hace más de lo que se le pide, le anduvo molestando todo el tiempo.El Cacaolat tiene un defecto incorregible: no impresiona. Y menos si se comprueba que acude a un partido con siete jugadores, por lo que poco menos que exige bondad de los colegiados, so peligro de quedarse en un cuadro de cuatro. Así, tanto el Estudiantes como su Demencia, que comenzó una singular campaña anti-OTAN solicitando que España se alineara con el bloque árabe y mejorara sus relaciones con Gadaffi, acogieron el encuentro con frialdad, lo que aprovechó el Cacaolat para ponerse en 17-6 a su favor. Es lo más que pudo hacer porque el superior rebote del Estudiantes, su mayor velocidad y algunas internadas acertadas de Montes resolvieron antes del descanso (54-48).

En la reanudación el Estudiantes se despegó con 16 puntos de ventaja (71-55) que parecían dar por solventado el encuentro. Codina, técnico del Cacaolat, estoico, no pidió tiempo muerto porque lo cierto es que sus disciplinados jugadores remontaron con inteligencia, basando su juego en las acciones de Creus, que sometió a Vicente Gil a una dura tortura: jugada tras jugada, lo llevaba directo al bloqueo de un pívot, de tal suerte que Gil chocaba y chocaba, una y otra vez, con un jugador que parecía el doble de grande. Gil, amoratado, golpeado, enfadado, se quedó con las ganas de devolver la moneda. El Cacaolat se puso a cinco puntos, pero, en ese momento, el Estudiantes demostró que es otro desde hace tiempo: supo controlar su ataque, moderar su velocidad y seleccionar buenas posiciones de tiro para poder resolver una situación que en otra época le habría costado cara.

Estudiantes: 33 rebotes. 20 personales. Eliminado Montes (ni. 40). Lafuente, 8 (4 de 4); Montes, 16 (7 de 13); Rusell, 29 (10 de 17); Pinone, 35 (16 de 25); Rodríguez, 12 (4 de 8), y, Gil, 4 (2 de 3).

Cacaolat: 25 rebotes. 21 personales. Eliminado Anger (m. 27). Creus, 18 (7 de 13); Mendiburu, 19 (7 de 14); Anger, 16 (7 de 11) Bradley, 24 (10 de 22); Fernández: 4 (1 de 5); Pujolrás, 5 (2 de 3), y Dosaula, 5 (1 de 4).

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_