Luis teme que la afición atlética esté en su contra

El futuro de Luis Aragonés, actual entrenador del Atlético de Madrid y pendiente de decidir su continuidad o su marcha al Real Madrid, condiciona las vísperas del partido que disputarán mañana los dos equipos madrileños en el estadio Calderón. Luis admitió ayer. "Es posible que la afición del Atlético esté ahora en mi contra, pero llevo aquí 21 años, y mi honestidad no admite dudas". Vicente Calderón, presidente del Atlético, le ha insinuado que "es preferible ser cabeza de ratón que cola de león", y ha apoyado su tesis con una oferta "no inferior a cuatro años" y su porvenir como manager del club.

La sustanciosa oferta realizada a Luis por Ramón Mendoza, presidente del Real Madrid, para que el actual entrenador rojiblanco se haga cargo del conjunto madridista durante las próximas tres temporadas y la incertidumbre, al menos oficial, sobre la decisión que adopte el técnico al respecto han mantenido durante toda esta campaña cierta tensión en la afición rojiblanca, que puede estallar de alguna forma en el encuentro de mañana.Luis se ha sentido molesto en las últimas fechas, a raíz de que Radio España asegurase tener testigos que vieron al entrenador en el chalé de Mendoza el día después de la derrota madridista en Düsseldorf` ante el Borussia Moenchengladbach, por 1-5, en la Copa de la UEFA. Luis reaccionó afirmando que estaba harto del asunto y que, al final de temporada, haría lo que le saliera de determinada parte de su cuerpo y negándose a realizar declaraciones para dicha emisora madrileña: "Ha muerto para mí", llegó a decir.

Calderón se vio obligado a salir al paso, habló con Luis, le aconsejó tranquilidad, aparte de pedirle que su respuesta definitiva se produjera no más tarde del 31 de marzo, y convocó a su junta directiva esta semana para averiguar quiénes eran los directivos que habían lanzado de manera indirecta la necesidad de un ultimátum al entrenador.

Calderón, en un momento de la reunión, llegó incluso a expresar su convencimiento de que Luis "va a aceptar" la oferta del Atlético y "firmará pronto", optimismo no compartido en otros círculos rojiblancos, en tanto que todos los madridistas le dan por sentado ya en el banquillo blanco.

La junta del Atlético acabó, como se suponía, con la ratificación "unánime" de la confianza en Luis y en su probado cariño al club y le sirvió a Calderón, de paso, para reafirmarse en sus ideas, que tiene muy claras desde hace tiempo, de quiénes de sus actuales directivos no van a figurar en su próxima candidatura a la presidencia.

Vísperas con tensión

La posible marcha de Luis al Madrid y todos estos conflictos han contribuido a rodear el partido de mañana de una notable tensión. En el Atlético existe incluso la preocupación de que algunos sectores de aficionados expresen públicamente su malestar -la temporada anterior ya se produjo un hecho similar con el fichaje de Hugo Sánchez por el Madrid-, aunque Luis apareció relajado y aparentemente tranquilo tras el entrenamiento de ayer: "Yo no voy a reaccionar de forma distinta a como he obrado a lo largo de los 21 años que llevo en este club como jugador y entrenador si la afición se expresa en mi contra. Es posible que la masa rojiblanca esté ahora en contra de Luis porque a las masas se las puede llevar por muchos caminos. Sólo insisto en que yo no tengo ningún precontrato firmado con el Madrid".Luis se limitó a recalcar que él es un profesional y que, como tal, debe mirar por su futuro y el de su familia ante posibles o ertas que le lleguen de otros clubes.

En estos términos se expresó también Calderón: "Luis tiene perfecto derecho a meditar sobre su futuro y a obrar en consecuencia. A él no se le puede echar la culpa de nada y sería muy injusta la hinchada atlética si provocara alguna movida contra un profesional que ha demostrado su categoría y honestidad en este club muchos años".

Calderón sí deslizó algunas frases distintas en torno a Mendoza, con quien estaba muy unido antes del fichaje de Hugo y sobre quien afirmar: "Nuestras relaciones ahora son muy frías", para añadir: "Mendoza quiere llevarse todos los árboles del bosque y no seré yo quien eche más leña al fuego. Las relaciones de ambas sociedades deben estar por encima de personalismos".

Los técnicos decidirán hoy sus convocados. Los jugadores madridistas percibirán una prima de 316.000 pesetas por el triunfo y 206.000 por el empate; los atléticos, 180.000, de vencer.