El crecimiento español será similar al del Reino Unido en 1990

La firma auditora Coopers & Lybrand afirma en su informe anual sobre la situación económica y empresarial del mundo que las perspectivas económicas y empresariales de España pueden catalogarse de favorables, según informa Efe.A juicio de esta firma auditora, España, "gracias a la estrategia de reestructuración de empresas que, a un alto riesgo político, ha abordado el Gobierno, alcanzará un producto interior bruto (PIB) muy próximo al del Reino Unido en 1990".

Dice que en España la política gubernamental "ha sido especialmente valiente, al intentar reestructurar la economía, incluso con una confrontación con los sindicatos, en industrias tan populares, pero tan poco competitivas como la naval y la siderúrgica".España, junto con Corea, Taiwán, Brasil, Hong Kong y Singapur, forma parte de los países llamados de "desarrollo intermedio", con perspectivas económicas favorables.

Los esfuerzos por ajustarse a la crisis en años pasados, considera el informe, han permitido acelerar positivamente su grado de competitividad y, en términos de potencial futuro, les conducirá a alcanzar metas significativas de crecimiento económico.

El informe agrega que en la economía española destaca, junto con la italiana, un clima general de "industrias no competitivas", presupuestos sobrecargados por pagos sociales y políticas proteccionistas que anulan el crecimiento".

El informe anual de esta firma analiza las tendencias económico-empresariales en más de 100 países, así como la coyuntura industrial en actividades como la fabricación de automóviles, sistemas de comunicación y bienes de equipo, minerales, energía, petróleo y productos de consumo, entre otros.

El informe señala como elementos fundamentales a largo plazo: "La creciente importancia de los países en desarrollo del Tercer Mundo y de las naciones de rápido crecimiento industrial, la capacidad competitiva decreciente de Europa occidental, y el cambio en el clima financiero y monetario internacional".

La economía, prosigue, estará condicionada por la recuperación de la economía norteamericana, que continuará, las tendencias en los precios para el petróleo, la extensión y localización del proteccionismo, y la crisis del endeudamiento y éxito de las naciones deudoras para recuperarse.