Una solución política para la región

La conferencia de Luxemburgo, en una clara referencia a EE UU y la URSS, considera que "es necesario que todos los países con vínculos e intereses en la región contribuyan eficazmente a crear las condiciones propicias para concluir las negociaciones a fin de que pueda suscribirse el Acta de Contadora y posteriormente cooperen al logro del objetivo y fin de dicha Acta".El presidente de la reunión por parte comunitaria, el luxemburgués Jacques de Poos, aseguró que no había habido presiones de EE UU -en contra de lo ocurrido en la primera reunión de este tipo celebrada en San José (Costa Rica), e...

La conferencia de Luxemburgo, en una clara referencia a EE UU y la URSS, considera que "es necesario que todos los países con vínculos e intereses en la región contribuyan eficazmente a crear las condiciones propicias para concluir las negociaciones a fin de que pueda suscribirse el Acta de Contadora y posteriormente cooperen al logro del objetivo y fin de dicha Acta".El presidente de la reunión por parte comunitaria, el luxemburgués Jacques de Poos, aseguró que no había habido presiones de EE UU -en contra de lo ocurrido en la primera reunión de este tipo celebrada en San José (Costa Rica), en septiembre de 1984-, aunque admitió que la Embajada norteamericana en Luxemburgo se había interesado por la marcha de la conferencia.

El comunicado conjunto de ayer pide que la "solución política, regional, global y negociada tenga su origen en la región misma y repose sobre los principios de independencia, no intervención, autodeterminación e inviolabilidad de las fronteras".

En el marco del proceso de Contadora, se pide un sistema de seguridad regional fiable, que contemple condiciones y políticas efectivas destinadas a detener la carrera armamentista en todas sus formas; la creación de un sistema de control y reducción de armamentos y efectivos militares; la eliminación de la presencia militar extranjera; y que se impidan acciones intimidatorias y de desestabilización, así como el terrorismo, la subversión y el sabotaje.

El texto reitera la "convicción de que los. conflictos en América Central no pueden ser resueltos por la fuerza", sino según "los principios consagrados en la Carla de la ONU y en la Carta de la OEA, sobre la base, principalmente, del respeto a la soberanía y la independencia nacional, la integridad territorial, la no intervención en los asuntos internos ole otros Estados y el no recurso a la amenaza o al uso de la fuerza".

Los países de la CEE, más España y Portugal, "reitetan su voluntad de aportar su apoyo en la medida de sus posibilidades, y si son requeridos para ello, a la acción de los Estados a los que incumba la aplicación de los términos del Acta de Contadora para la Paz y la Cooperación".