Enfrentamientos, presiones, insultos y represión como signos de división
La división existente en el PNV, que se hizo patente el pasado año a raíz de la expulsión de la práctica totalidad de los militantes navarros y del posterior cese de Carlos Garaikoetxea, se manifestó ayer en la expresión agria de los enfrentamientos. Unas colisiones registradas entre militantes, que a veces adoptaron la forma de agresiones físicas y de insultos en el mejor de los casos, de las que la dirección del PNV dijo no haberse percatado. Un representativo sector de la organización juvenil vio frustrado su intento de desplegar, en el acto político, una pancarta en la que se pedía amnistía para los expulsados navarros. El servicio de orden del partido les reprimió con empujones y agresiones, al mismo tiempo que les conminaban a no hablar con la Prensa.Ya en la víspera del acto político se había producido un serio incidente entre los jóvenes críticos y los oficiales, al intentar los primeros dejar la mencionada pancarta colocada en uno de los postes de las campas de Salburúa. En el momento en que los jóvenes críticos fueron reprimidos por el servicio de orden, el lendakari Ardanza estaba pronunciando su discurso en la tribuna de los oradores. Uno de los chicos, visiblemente alterado, dijo a los medios informativos que habían acudido a esa zona conflictiva de la campa: "Ésta es la democracia del PNV; Garaikoetxea sigue siendo nuestro lendakari".
Los dirigentes del PNV, sin embargo, dijeron que no se habían percatado de lo ocurrido, a pesar de la visibilidad que les proporcionaba su silla en la tribuna de los oradores. El presidente del consejo nacional del PNV, Jesús Insausti, visiblemente molesto con cualquier pregunta problemática que le plantearan los representantes de los medios informativos, declaró en una posterior conferencia de prensa: "No he visto nada, yo no estaba allí".
"Cinco patas al gato"
Se podría decir que Jesús Insausti, Uzturre, cuya responsabilidad al frente de la ejecutiva de su partido se ha caracterizado por mantener relaciones cordiales con la Prensa, ayer, acaso por el clima de tensión, perdió el control de sus nervios. Al preguntarle si el apoyo explícito a Carlos Garaikoetxea de buena parte de los asistentes evidenciaba una crisis de liderazgo en el partido, Insausti alzó la voz, malhumorado, para responder que "el partido no tiene nada que ver ni con Carlos Garaikoetxea ni con ningún otro. El partido está por encima de todo. Y no le busquen cinco patas al gato".
Tampoco quiso pronunciarse el dirigente nacionalista sobre la posible expulsión de un veterano y conocido militante del PNV en Vizcaya, Sabin de Zubiri, que, acusado de colaborar en la división interna del partido a través de unos artículos publicados en el rotativo Deia, está pendiente de la sentencia de los tribunales del partido. En este sentido, Zubiri, que se ha mostrado partidario de Garaikoetxea durante el último conflicto que ha vivido el PNV, había reconocido a este periódico su intención de no asistir al Alderdi Eguna, para demostrar, con su ausencia, su crítica a las actuales directrices de la ejecutiva del PNV.
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