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El Banco de España autoriza la absorción de la Caja de Crédito Mediterránea por la Caja de Madrid

Andreu Missé

La Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Madrid ha absorbido a la Caja de Crédito Mediterránea, sociedad cooperativa, lo que permitirá a la entidad madrileña contar con cuatro nuevas oficinas en Cataluña. La operación fue autorizada por el Banco de España en la reunión del consejo celebrada el pasado martes. La Caja de Crédito Mediterránea cuenta con cuatro oficinas en las poblaciones de Gerona, Esplugues de Llobregat y l'Hospitalet de Llobregat, localidad en la que tiene dos establecimientos. Las autoridades monetarias han manifestado su satisfacción por esta absorción, al estimar que este tipo de operaciones, que están en la dirección de sus recomendaciones, "fortalece el sistema financiero".

La absorción permitirá a la Caja de Madrid contar con un total de ocho establecimientos en Catalunya, al sumarse las cuatro nuevas a las cuatro que ya dispone actualmente (dos en Barcelona, una en Tarragona y otra en Lérida). La expansión de la entidad madrileña se realiza al amparo de la ley 13 de 1985 sobre coeficientes de inversión, recursos propios y obligaciones de información de intermediarios financieros que autoriza este tipo, de operaciones. Ello significa que estas nuevas oficinas no consumen el cómputo de las autorizadas por la legislación anterior que facultó a las grandes cajas de ahorro para abrir hasta cuatro oficinas en Madrid, Barcelona, Valencia, Zaragoza y Bilbao.La Caja de Crédito Mediterránea pertenece al conjunto de 21 entidades conocidas en los ambientes financieros como las "cooperativas de asfalto" para diferenciarlas de las cajas rurales, aunque están reguladas todas ellas por el mismo régimen jurídico. Los recursos globales de estas entidades llamadas también cajas populares representan el 1,2% de los depósitos privados aunque actualmente tienen una mayor importancia estratégica, ya que posibilitan la expansión de otras entidades financieras.

El pasivo de la entidad se sitúa en torno a los 1.000 millones de pesetas y el número de clientes supera los 5.000.

La decisión de absorción fue aprobada por la asamblea general de la Caja de Crédito Mediterránea, celebrada, el pasado 16 de agosto, en la que se acordó por unanimidad la cesión de todo el activo y pasivo de la entidad a la Caja de Madrid y la disolución y liquidación de la sociedad cooperativa. El acuerdo establece también la incorporación de todos los trabajadores a la plantilla de la caja madrileña.

La absorción ha sido impulsada por la dirección de la cooperativa, haciéndose eco de las recomendaciones del banco emisor en las que se sugería la fusión de entidades pequeñas entre si, o a otras de mayor volumen para incrementar su solvencia.

Pasivo caro

La Caja de Crédito Mediterránea cerró el último ejercicio con beneficios y un balance saneado. Sin embargo, el problema de este tipo de entidades es el elevado coste del pasivo que soportan para poder competir con el resto de cajas de ahorro. Este aspecto y el aumento de competitividad que generará la incorporación a la Comunidad Económica Europea ha influido decisivamente en el acuerdo adoptado.

También los departamentos de Economía y Finanzas y Trabajo de la Generalitat manifestaron su acuerdo cuando fueron informados de la propuesta de absorción. No obstante, en ciertos medios financieros ha trascendido que se hubiera visto con mejores ojos que la absorción se hubiera realizado por una entidad de ahorro catalana.

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