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Crítica:El cine en la pequeña pantalla
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Demasiadas películas para el viernes

Con su habitual habilidad para el cine de acción y su escasa sutileza para la psicología de los personajes, José Antonio de la Loma rodó en 1967 Misión en Ginebra, coproducción con la RFA e Italia. Este filme es un claro exponente de la moda impuesta durante esa romántica década por el cine de espionaje. Sin llegar a la comodidad presupuestaria de las obras de James Bond, reinaron en las pantallas del mundo subproductos de este género, miméticamente concebidos y que alimentaron los últimos -y, por tanto, gloriosos- coletazos del programa doble de la sala de barrio y de la tarde del sábado.Misión en Ginebra tiene ese encanto. Poca cosa más tiene, por cuanto su trama, que mezcla conspiraciones a escala mundial, multinacionales del cumbustible y agentes secretos incombustibles, es un despropósito mayor. Los intérpretes de esta película son Joachim Fuchsberger, Erika Blanc y Vidal Molina.

Misión en Ginebra se emite hoy, a las 15

35, por la primera cadena. ¡Vivan los novios! se emite hoy, a las 19.30, por la segunda cadena.

Pocas horas después, Luis G. Berlanga nos redimirá de la ficción científica para ofrecemos el esperpento. Su ¡Vivan los novios! es una cruel visión -en la medida en que se podía ser cruel en 1969; cruel en la pantalla quiero decir- de la España del momento, escindida entre la liberación aparente que representa el turismo y la nada aparente y ancestral represión sexual.

Humor negro

La preparación de una boda es la excusa argumental -con la complicidad, cómo no, de Azcona-, a través de la cual Berlanga afila su bisturí, retrata con sorna unos personajes, no por caricaturescos menos creíbles, y añade urimagnífico humor negro: el cuerpo de la madre muerta o el célebre plano final son una buena prueba de ello. Lo mejor del caso es que, aunque el ambiente que refleja lo haga, la película no envejece nunca. Intervienen en este filme José Luis López Vázquez, Laly Soldevilla, José María Prada y Teresa Gisbert.

Televisión Española acaba esta tan cinematográfica jornada con Muerte de un magnate -aunque ésta se emita ya entrado el sábado-. Se trata de un filme peruano sobre la vida de un todopoderoso magnate que controla, en el ámbito social, político y económico, todos los resortes del poder. La película contrasta su persona con la de su jardinero, que será el encargado de hacer honor al título de la obra al asesinar al magnate movido por la ambición y el deseo que sentía por la secretaria de éste.

Basado en un caso real de casi idénticas características, La muerte de un magnate apareció como uno de los primeros trabajos profesionalmente aceptables de la joven cinematografía peruana.

Dirigió el invento Francisco José Lombardi, célebre por su alegato en contra de la pena capital en Muerte al amanecer. Pues eso, casi al amanecer de mañana tenemos hoy esta muerte, que puede interesar a ciertos sectores de la televidencia, pero que nuevamente indica que en esta emisión mensual, que debiera ser punta de lanza de los espacios cinematográficos, los programadores siguen navegando no sé si en el Azor o en la Santa María.

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