Primera asamblea de la 'era Roca' y sin estatutos
El fútbol español celebra hoy la primera asamblea de la nueva etapa de José Luis Roca como presidente. Las circunstancias que rodean esta primera asamblea la han convertido en polémica, ya que sus estatutos no tienen el visto bueno del Consejo Superior de Deportes (CSD), por lo que la misma podría considerarse ilegal. La aprobación del calendario y la reestructuración de las divisiones nacionales componen el orden del día de la asamblea.
El 30 de noviembre pasado, por abrumadora mayoría, José Luis Roca fue elegido presidente de la Federación Española de Fútbol en sustitución de Pablo Porta. Contó con seis meses, según el decreto de reestructuración de federaciones deportivas, para elaborar y aprobar unos nuevos estatutos federativos.El 29 de mayo, el pleno del fútbol que llevó a José Luis Roca al poder aprobó por mayoría, con la aceptación de media docena de las más de 150 enmiendas presentadas, los nuevos estatutos federativos. En esa fecha y en el mismo pleno, formado por 450 personas, eligieron los 149 miembros -el presidente de la federación lo es nato, por su cargo- de la asamblea, que ha de reunirse, como mínimo, una vez al año.
Los nuevos estatutos aprobados por el pleno del fútbol el pasado 29 de mayo requieren para su validez el visto bueno del organismo superior competente, el CSD. Representantes del CSD comunicaron las modificaciones que consideraban se debían realizar: reducir la autonomía concedida en los nuevos estatutos al Comité Nacional de Árbitros y la supresión del Comité de fútbol Aficionado.
Las discrepancias entre los representantes del CSD y de la Federación sobre los nuevos estatutos aprobados originaron una situación delicada: la realización de la asamblea de hoy. Esta asamblea fue convocada sin que los estatutos estén aprobados, con lo que podría ser impugnada su celebración y sus acuerdos por cualquier asambleísta.
La celebración de la asamblea, por otro lado, es obligada, porque en la misma han de aprobarse el calendario de Liga y la reestructuración de las divisiones, ya que han de conocerse antes del día 31. Esta exigencia figura en una de las cláusulas del convenio firmado el pasado 11 de junio entre el CSD y la Liga Profesional para que la Administración colabore en el saldo de los más de 16.000 millones de pesetas en deudas de los clubes.
La federación llegó a pensar en no celebrar la asamblea si no contaba con la autorización por escrito del CSD. Este, extraoficialmente, indica que la asamblea se celebre y a su inicio, para eludir la impugnación, se manifieste que sus acuerdos se condicionan a la posterior aprobación de los estatutos federativos.
Roca, al igual que hizo su antecesor, negoció la asamblea de hoy al reunirse la víspera con su junta directiva y con la Comisión Interterritorial, integrada por sus hombres: los presidentes de las federaciones territoriales, que en su día pactaron entre ellos una candidatura cerrada de representantes de clubes y jugadores en la asamblea de hoy. Por todo ello, si se mantiene la disciplina de voto, seguirá el poder futbolístico establecido: Roca y sus hombres aprobarán lo que quieran al contar con la mayoría.
Miedo de la Liga Profesional
La Liga Profesional, que solamente cuenta con ocho representantes de los 150 de la asamblea, mostró su preocupación porque no se aprueben los acuerdos que adoptó el 26 de junio.
La Liga Profesional aprobó una reestructuración de divisiones que entraría en vigor en la temporada 1986-19871 con una Primera División de 18 equipos, como ahora; una Segunda División con igual número de equipos, en lugar de los 20 actuales, en un solo grupo, y una Segunda B, con 22 equipos, en lugar de los dos grupos de 20 equipos en la actualidad.
La Liga en Primera y Segunda División, a partir de esa temporada, según se aprobó, modificara su sistema de juego y contará con dos fases: la primera, se disputará como hasta ahora, y la segunda, en grupos según la clasificación obtenida, para disputar el título de campeón, los equipos para jugar la Copa de la UEFA y los ascensos y descensos. Estas modificaciones son apoyadas por el CSD como medida para sanear la economía de los clubes, pero encontraron oposición en algunos dirigentes de clubes, los que cuentan con grandes deudas, como Córdoba y Salamanca.
El enfrentamiento se extiende también entre la federación y la Liga Profesional por el calendario de Liga. La federación señaló dos fechas provisionales por si España no se clasifica directamente para el Mundial 86 y debe eliminarse con Australia o Israel. Estas fechas, si no son necesarias, pretende la federación utilizarlas para disputar dos partidos en México, escenario del campeonato, lo que no comparten los dirigentes de la Liga Profesional.
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