Tres películas menores
El cine de este fin de semana en TVE ofrece al aficionado poca cosa. En las programaciones del sábado, una segunda parte, nada buena, de la saga del novelista Giovanni Guareschi sobre el buen, cura Don Camilo, fuente: de uno de los best-sellers de la literatura en la posguerra; y una comedia anglonorteamericana de argumento retorcido y estilo rimbombante. En las programaciones del domingo, se emitirá, el filme Pedro Páramo, una frustrada versión de la novela del escritor mexicano Juan Rulfo, realizada por el cineasta gallego exiliado en México durante el franquismo, Carlos Velo.El camarada Don Camilo fue realizada en 1965 por un buen director de comedias, Luigi Coffiencini. Para quien conozca. la primera parte de la saga de Don camilo, el filme tiene como atractivo el recuerdo de los personajes de la primera entrega. Solo esto. Y para quienes desconozcan esa citada primera parte les queda redescubrir a Fernandel, que se lleva la parte el león en su dúo con Gino Cervi.
El camarada don Camilo se emite hoy a las 16
05 y Un loco maravilloso a las 22.40, ambas por TVE-. Pedro Páramo se emite mañana a las 22.50 por TVE2.
Un loco maravilloso es un filme de Irving Kershner realizado en 1966, con un buen trío protagonista: Sean Connery, Joanne Woodward y Jean Seberg. Fuera de este trío de intérpretes, el interés el filme es escaso. Es una comedia de pretension es ligeras, pero un poco tocadas de moralina, con argumento un poco traído por los pelos y que se inclina a la aparatosidad, no tiene demasiada gracia. Kershner hace cine de estilo pretencioso, que no acaba de acoplarse a las necesidades de síntesis que requiere la comedia para ser eficaz.
La comedia -historia de un poeta loco que es curado de su genio poético- fue realizada casi de encargo para Sean Connery, que por entonces se encontraba en la cúspide de su popularidad, como consecuencia de las mediocres y taquilleras primeras películas de la serie 007 interpretada por él.
El actor irlandés intentó con este y otros filmes antípodas de esa serie dar un giro a su carrera y volver del revés su imagen, ya fijada en la memoria del público. Pasar de la licencia para matar a una inexplicable espiritualidad, que no acaba de compaginarse con su aspecto de hombre de acción. Lo consiguió en parte, pero no con mucho éxito, pues a partir de entonces la ascendenteestrella de Connery comenzo sin remedio a declinar. Connery intentó en este filme seguir la estela de Alec Guiness en su papel de muralista sonado en Un genio anda suelto, pero era excesivo para los escasos registros del monocorde actor irlandés.
Literatura y cine
Carlos Velo es uno de los cineastas españoles que, tras la guerra civil, se instaló en México. Allí realizó uno de los filmes más completos y rigurosos que se hayan realizado nunca sobre el mundo de los toros: Torero, un sencillo y profundo relato de la vida del matador mexicano Luis Procuna, protagonizado por él mismo.Pedro Páramo es un filme ambicioso, interesante precisamente a causa de esas ambiciones, pero casi debería decirse que inevitablemente frustrado, de este singular cineasta español. De otra manera, era prácticamente imposible extraer de la gran novela de Juan Rulfo una película a la altura del pretexto literario que discurre a través de una de las prosas de más sorprendente precisión y belleza del idioma castellano de este siglo y que es por completo imposible capturar en imágenes. El guión del escritor Carlos Fuentes no supera la prueba, como tampoco lo hace el dúo interpretativo entre el norteamericano John Gavin y el mexicano Ignacio López Tarso y el trabajo del famoso fotógrafo Gabriel Figueroa.
Todos los ingredientes del filme son como se ve muy buenos, pero su conjunción global en una película, como el propósito mismo de esta, se quedan inevitablemente a medio camino.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.