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TENIS

Cuatro españoles, clasificados en la primera ronda del torneo de Roland Carros

Alex Martínez Roig

Cuatro de los seis españoles que ayer entraron en juego en Roland Garros lograron superar sus respectivos obstáculos. Aguilera venció al paraguayo Víctor Pecci por 6-2, 6-3 y 7-5; José Higueras derrotó al australiano Peter McNamara por 7-5, 6-1 y 6-3; José López Maeso venció al polaco Fibak por 6-0,6-2 y 6-1, y Emilio Sánchez, que entró en la competición al dejarle su sitio el lesionado Nastase, venció al yugoslavo Prpic por 0, 5-7, 2-6, 6-1 y 6-0.

Los derrotados fueron Alberto Tous, que cayó ante el checo Smid, decimotercer cabeza de serie, por 6-7 (4-7), 6-3 y 6-3, y Fernando Luna, que perdió ante el estadounidense Aaron Krickstein, décimo cabeza de serie, por 6-1, 46, 6-4 y 6-3. El único favorito derrotado fue Arias, que perdió frente al argentino Saad por 6-1, 6-4 y 75- 7-5.El día fue completo para los españoles, porque hubo absolutamente de todo. La emoción la puso Emilio Sánchez. Sentado en un sillón de la sala de vestuarios, se pasó todo el lunes lanzando maleficios sobre los jugadores inscritos. Necesitaba que alguno se lesionase para entrar en el torneo, ya que figuraba en el primer lugar de la lista de perdedores de la última ronda de la fase previa. El suspense se rompió en la mañana de ayer, cuando el rumano llie Nastase, que debía jugar su último Roland Garros apareció por la puerta. Pato Álvarez, el entrenador de Emilio y que también lo fue de Nastase, fue hacia él y le explicó el problema. Nastase le respondió: "No te preocupes. Emilio jugará". Nastase alegó ante los jueces que estaba lesionado.

El suspense se mantuvo después en la pista. El yugoslavo Prpic no es un jugador superdotado, pero corrió kilómetros en las tres primeras mangas. Luego, de repente, se le acabaron ¡as pitas de sus piernas. Emilio, que hasta entonces había cometido muchos errores, intuyó el cansancio de su rival y se dedicó a terminar pronto el trabajo. El paso por el sillón de espera aumentó la ambición del español, que ahora se enfrentará al holandés Vanboeckel.

Higueras, Aguilera y López Maeso huyeron de los problemas. El que más fácil lo tuvo fue López Maeso, que se encontró a un Fibak ya caduco. Maeso ha mejorado mucho su juego esta temporada, merced a su colaboración con Gabriel Pain, un francés que dejó sus clases de tenis en Ibiza para ocuparse exclusivamente del entrenamiento del español. Más delgado, con más confianza y fuerza, López Maeso se encontrará en la segunda ronda con el australiano McNamara.

El partido más completo fue el de Aguilera. La crisis iniciada aquí el año pasado parece haber tocado fondo. Aguilera jugó ayer un partido espléndido, con un juego sereno y reposado. Con bolas siempre distintas que rompían el ritmo de un Pecci recuperado para el buen juego. Aguilera intentó un par de veces pasar por alto al paraguayo, que buscaba los puntos en la red. No lo consiguió, pero, sin problemas, decidió apostar por los golpes paralelos. Acertó. En una pista impregnada de olor a parrillada de carne que traía el viento, Aguilera jugó con la cabeza alta y sin sufrir los efectos de lo que él llama "calambre en la cabeza", y que no es otra cosa que una crisis de confianza que venía arrastrando en los últimos meses. Apretarle las tuercas a McEnroe la semana pasada en Dusseldorf parece haber sido una buena terapia. Ahora se encontrará con el neozelandés Lewis, que! tiene como mejor resultado haber sido finalista en Wimbledon.

Higueras, con serenidad

Higueras se encontró con un partido fácil si lo afrontaba con serenidad. Y lo hizo. McNamara, un jugador que había estado entre los diez primeros hasta hace dos años, apareció con n aparatoso vendaje en la rodilla derecha. Varias operaciones en esa pierna han restado fuerza al australiano, e Higueras tan sólo tuvo que enviarle bolas a los ángulos y junto a la red para vencer su resistencia. Ahora. afrontará al sueco Jarryd, el sexto cabeza de serie.Tous y Luna perdieron, pero Smid y Krickstein sufrieron para derrotarles. Tous llegó a tener dos bolas de set en la primera manga, con 5-3 a su favor. El brazo se le encogió y Smid arriesgó lo suficiente para dar un vuelco al partido. Luna colocó a Krickstein en el ángulo izquierdo de la pista, y ahí se quedó todo el partido: con una derecha destructiva, pero con un revés amable, Krickstein tuvo que sudar para abrir ángulos en la defensa de: Luna.

La jornada confirmó la crisis de Jimmy Arias, que perdió ante el argentino Saad.

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Sobre la firma

Alex Martínez Roig
Es de Barcelona, donde comenzó en el periodismo en 'El Periódico' y en Radio Barcelona. En EL PAÍS ha sido redactor jefe de Deportes, creador de Tentaciones, subdirector de EPS y profesor de la Escuela. Ha dirigido los contenidos de Canal + y Movistar +. Es presidente no ejecutivo de Morena Films y asesora a Penguin Random House.

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