El Atlético de Madrid pide 240 millones de pesetas, a pagar en un año por el traspaso de Hugo Sánchez

El Atlético de Madrid puso hace unos días precio a Hugo Sánchez por su traspaso al Real Madrid: 240 millones de pesetas. Su fórmula de pago: plazos mensuales de 20 millones durante un año. La respuesta del Real Madrid fue negativa, por resultar demasiado caro, y la contraoferta llegó a unos 150 millones más un portero y un delantero de la actual plantilla blanca. Hugo no quiere seguir en el Atlético, salvo que se le obligue por el contrato que tiene en vigor. El mexicano inició sus peticiones económicas al nuevo Madrid sobre los 60 millones anuales. El fichaje del técnico Luis Aragonés es complicado, excepto si se entra en un conflicto más general. Vicente Miera y Javier Clemente son los dos recambios españoles previstos. Con el jugador Maceda ya hubo contactos firmes.

Ramón Me ndoza y su equipo quieren mantener la prudencia que han exhibido durante el proceso electoral sin dar carácter oficial a sus planes, programados ya desde hace tiempo, sobre el futuro del club. No entran, por el momento, en detalles sobre el futuro de algunos de los 10 jugadores que finalizan su compromiso el 30 de junio -Ángel, Fraile, García Remón, Isidro, Juanito, Juan José, Miguel Ángel, San José, Santillana y Stielike- e incluso de los planes sobre otros con contrato en vigor para el próximo año.El nuevo equipo directivo mantiene el criterio de que la plantilla no altere su estado anímico ante el reto de la final de la Copa de la UEFA con el Videoton, húngaro. Sí cabe señalar que el alemán Stielike -27 millones de ficha anual- sigue gozando de confianza en el nuevo Madrid.

Condicionantes

La situación respecto al nuevo entrenador -objetivo prioritario en estos momentos- y los fichajes pasa por dos aspectos que lo condicionan casi todo. Primero, porque los tres técnicos españoles apetecidos tienen contratos en vigor por el Atlético -Luis Aragonés, de palabra ante Vicente Calderón-, Athlétic -Javier Clemente, tres temporadas más- y federación -Vicente Miera es ayudante de Miguel Muñoz en la selección nacional- Segundo, porque se está á la expectativa de conocer los acuerdos sobre indem nizaciones entre clubes por el traspaso de jugadores, tras la abolición del derecho de retención.

El problema con Luis Aragonés se centra en su duda entre aceptar lo que profesional y económicamente representaría para él un paso adelante y la presión moral, tanto por la palabra dada de continuidad como por el entorno rojiblanco, que quiere evitar su pase al rival de enfrente. Si, como afirmaban altos dirigentes del Atlético, el fichaje de Luis no parecía factible, la impresión en fuentes madridistas también era ayer más pesimista. De no ser por el Atlético, Luis ya estaría apalabrado.

Javier Clemente no ha ocultado sus simpatías por el Real Madrid, al que considera un club serio. Pero los tres años de contrato que aún le restan con el Athlétic, con el que ha conseguido dos Ligas consecútivas y una Copa del Rey, parecen también condicionar su pase al Madrid. Por ello, las perspectivas de contratar a un técnico español, "por encima de todo", pueden variar por fuerza mayor.

Calderón y las fugas

Vicente Calderón, presidente del Atlético, y Ramón Mendoza, el ya virtual del Madrid, son amigos Sin embargo, los contactos con Luis y Hugo han generado en su entorno una cierta tensión, no personalizáda entre ellos, pero sí en algunos sectores rojiblancos, mo .lestos por la forma de llevarse la negociación. En el lado madridista, por contra, se tiene la perspectiva de que hay que intentar soluciones satisfactorias para todos, aunque cada club es libre de buscar lo mejor para sus intereses.

Calderón se encuentra en una tesitura difícil. En las últimas semanas dirigentes del Atlético han dialogado, casi por turno, "largo y tendido" con Hugo. Estaban dispuestos a ofrecerle más de 30 millones de pesetas al año como incremento de su ficha actual, que ronda los 13 -el mexicano gana, como Luis Aragonés, cerca de 20 por todos los conceptos-, si el jugador aceptaba ampliar su contrato por tres temporadas más a partir de 1986. Hugo apenas ha dado opción a hablar de dinero. Se quiere ir del Atlético. Esto no se arregla con suscripciones populares de los socios rojiblancos porque ha sobrepasado los límites estrictamente económicos. Calderón, así, tiene previsto realizar una asamblea de socios para explicarles la realidad.

Fuentes de ambos clubes se vieron obligadas a admitir que el Atlético le ha pedido al Madrid 20 millones mensuales durante un año por el traspaso de Hugo, es decir, 240 millones. El año pasado, el Atlético solicitó 400 al Barcelona y desestimó 250 en mano más Pichi Alonso. Hugo, que dejó de ganar por su frustrado traspaso más de 20 millones -el Barcelona le ofrecía 35 de ficha-, le ha pedido a Mendoza, según varias fuentes, unos 60 millones al año, aunque el acuerdo, de producirse, como todo hace indicar, puede cerrarse entre los 40 y 50.

La contraoferta madridista a Calderón fue de unos 150 millones y un portero y un delantero cuyos nombres, por el momento, se prefiere no pronunciar, salvo que se sigan alterando las reglas de silencio, hasta después de la final de la Copa de la UEFA. Además, todavía no se ha hablado directamente con los encartados.