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FÚTBOL

Autocríticas en la selección tras perder en Gales

"Miguel Muñoz se dio cuenta de que no tocaba balón y decidió sacar a otro para ver si cortaba alguna pelota". Las palabras de Ricardo Gallego, en teoría el cerebro de la selección española de fútbol, que el pasado martes salió goleada del estadio de Wrexham, resumen a la perfección el pensamiento que todos los miembros del equipo sacaron de aquel espectáculo. Mientras tanto, Miguel Muñoz, seleccionador español, sigue asegurando: "No salimos a defender, pues incluso jugamos con tres delanteros". Y da sus nombres: Rojo, Rincón y Gordillo.Los jugadores, que sí creen que la selección saltó al césped con un planteamiento conservador, afirman que el juego desarrollado por los galeses no les fue nada bien. "No supimos meternos en el partido", comentó Antonio Maceda. Los informadores galeses tienen una teoría muy curiosa en torno al estilo de juego de s u selección. Siendo el rugby el deporte rey del lugar, los aficionados intentan que los futbolistas les ofrezcan un espectáculo tan vibrante o más que el que ofrece el quince galés. Y, claro, Hughes y compañía se parten el pecho para entretenerlos. "Eso", insiste un comentarista del Dady Mail, "y que los jugadores se matan por vestirse la camiseta de su país. Para ellos es sagrada".

Lo cierto es que, tal y como reconoce Gallego, "es imposible meterse en un partido de esas características. Yo, al menos, no conozco el sistema que pueda contrarrestar ese pressing, esa entrega, esos marcajes pegajosos". Cuando se le insinúa que entreteniendo el balón, comenta: "Era imposible; se pasaron el partido lanzando globos, saltaban como locos y, cuando bajábamos el balón e intentábamos jugarlo con control, se te echaban encima y te hacían falta".

Todos los seleccionados coinciden en señalar como "crucial" el primer tanto galés, recibido a falta de pocos minutos para el descanso. Luis Arconada, que es muy consciente de que hay sectores que ya presionan a Muñoz para que lo jubile y coloque en la portería a Zubizarreta, comentó: "Fue una desgracia. No estoy enfadado; estoy triste porque te pasas 10 días preparando ese encuentro y se produce un malentendido y encajas un gol". Ni un solo seleccionado ha recriminado a Arconada su error.

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