El Atlético fue claramente superior al Spórting
Los jugadores del Atlético de Madrid ya pueden dormir tranquilos. Llevan sin perder fuera, en la Liga, desde que cayeron derrotados en Gijón, en noviembre del año pasado. A la primera oportunidad que han tenido, han revocado aquel resultado, han superado el agravio y, salvo unos minutos en la segunda parte, han sido claramente superiores. Quizá demostraron también que si consiguen el subcampeonato es porque parecen formar mejor equipo que sus colegas gijoneses.El Spórting sólo desbordó por genio y por fuerza a su"rival. Por genio, precisamente, se llevó el balón Eloy ante Arteche, en una cesión de éste a su portero que dio origen a un penalti, en el minuto 72. Pero Quini, precavido, lanzó la pelota al lado contrario a donde la suele mandar habitualmente en este tipo de castigos. Pereira, advertido por Cabrera, se tiró bien, hacia donde suponía que debía ir el balón, pero éste se fue al lado opuesto y golpeó en un poste, se paseó por la línea de gol y salió finalmente fuera. Fue la última ocasión para empatar de un Spórting generoso en su esfuerzo, pero sin las ideas tan claras como el Atlético.
La superioridad del Atlético fue manifiesta en la primera parte. Tanto, que los madrileños jugaron con comodidad, incluso al primer toque en muchas ocasiones, y con un fútbol no exento de cierta armonía y rapidez en su ejecución. El Atlético creó las pocas ocasiones que se registraron en este período. No fueron muchas, porque ya se sabe que el equipo gijonés es más bien tacaño a la hora de hacer concesiones defensivas y el Atlético tampoco se distingue por sus regalos lejos del estadio Vicente Calderón.
En la segunda parte no hubo tanta floritura ni tanto marcaje estrecho. El sentido de anticipación del Spórting, animado por un público que se volcó a su favor, desarboló por momentos el firme sistema de Luis Aragonés. Parecía como si los jugadores atléticos temíesen la situación y su serenidad y aplomo del primer tiempo se vieron superados por el brioso Spórting. Ya se sabe que el club local no dispone de un ataque resolutivo, ni tan siquiera cuando agobia al adversario. De modo que la presión fue desvaneciéndose con mucha facilidad ante un Pereira que tuvo que intervenir en contadas ocasiones.
El Atlético, que nunca renunció a los contraataques de sus veloces delanteros, obtuvo un nuevo gol cuando parecía más preocupado por mantener el empate. Aunque bien es verdad que Hugo Sánchez había hecho nada más que comenzar este segundo tiempo una excelente jugada, en la que, tras llegar a dejar sentado en el césped a Mino, echó el balón fuera solo ante el portero. Pero lo.que no consiguió Hugo sí lo hizo el prometedor Marina, tras un centro sin aparente peligro de Votava. Marina, autor de¡ gol, supo lucirse tanto o más que Zurdi, que fue el ídolo local gracias a sus correrías y a su magistral gol. Por una vez, los mejores en el juego tuvieron la recompensa de marcar ellos mismos los goles.
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