El recuerdo de Martita
La viuda de Pau Casals habla del músico en 'Mujeres para un época'
María Mercader, viuda de Vittorio de Sica, cede el puesto a Marta Montáñez, viuda de Pau Casals, para esta segunda edición de Mujeres para una época. En el caso de Marta Montáñez cuesta saber a priori para qué época se la trae al programa, pues es una mujer que está por debajo de los 50 y que muy posiblemente tenga puntos de vista muy actuales sobre el panorama musical que nos rodea. Marta, Martita, como se la conoció internacionalmente, se casó en 1957, cuando apenas contaba 19 años, con un hombre que pasaba de los 80, el gran violonchelista Pau Casals, y estuvo unida a él hasta su muerte, ocurrida en 1973. Ello la convierte en mujer de otra época por la cantidad de recuerdos que debe de atesorar sobre alguien que forma parte de la historia de la música.Según los biógrafos de Pau Casals, el primer encuentro entre ambos se produjo en 1951. Casals preparaba el festival de Prades cuando un discípulo, Liev Rosanov, le rogó que escuchara a una joven alumna suya puertorriqueña de apenas 13 años. Casals la escuchó y acordó con Rosanov volver a hacerlo al cabo de unos años, lo que ocurrió en 1954, en Prades, coincidiendo con un momento de especial soledad del maestro.
Música maestro-discípulo
Martita, llena de esa especialísima admiración que crea la música entre maestro y discípulo, entró en la vida de Pau Casals cuando éste tenía 78 años y de inmediato empezó, a hacerse cargo de aquellas cosas prácticas que un hombre anciano, por más ágiles que mantuviera los dedos y su mente en sus interpretaciones, ya no estaba en condiciones de atender. Durante un viaje de Casals y Martita a Puerto Rico tomó cuerpo la idea de organizar un gran festival en la isla. Tiempo después, Casals estaba dirigiendo en San Juan los ensayos de la Sinfonía inacabada, cuando sufrió un ataque cardiaco, El primer festival de Puerto Rico se celebró, pero sin Pau Casals, que tardaría varios meses en recuperarse. Al cabo de ellos, saltaba la gran noticia: Martita Montáñez iba a ser la señora Casals. El violonchelista se había casado antes, en 1913, con la cantante norteamericana Susan Metcalf, pero la unión duró poco. El segundo matrimonio no fue al principio muy bien visto por su familia, que, sin embargo, acabó por aceptarlo."Estoy impaciente para que conozca al ángel que Dios ha puesto en mi vida", escribía Casals a Joan Alavedra poco antes de casarse. Quizá ahora, más allá de la vida, dirija ese mismo pensamiento a los telespectadores.
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