De Carlos recurre a Molowny como último revulsivo

La junta directiva del Real Madrid acordó ayer relevar de sus funciones como primer entrenador del equipo a Amancio Amaro y sustituirle por Luis Molowny, como "revulsivo y solución de cara a los últimos compromisos del equipo". La decisión se adoptó en una reunión de junta directiva que duró más de tres horas, y tras un primer cambio de impresiones entre el presidente y el entrenador relevado. Amancio, que tiene contrato en vigor por lo que resta de temporada y la próxima, seguirá dentro del cuerpo técnico del club. Molowny, que se hace cargo del equipo por cuarta vez en la historia del club, comenzará sus funciones hoy, a las once de la mañana, en la Ciudad Deportiva.

La decisión de la junta directiva madridista se produce después de que su presidente, Luis de Carlos, anunciara -el 11 de febrero- el adelanto de las elecciones a la vista de la profunda crisis "sólo deportiva del equipo". Ante esa crisis deportiva la medida fue sólo política, y apenas dos meses después, a falta del último partido de Liga, eliminado el equipo en la Copa del Rey, pendiente en los campeonatos nacionales del devaluado torneo de la Copa de la Liga y con la difícil perspectiva de remontar dos goles al Inter dentro de diez días para acceder a la final de la Copa de la UEFA.El pasado domingo, en el aeropuerto de Valencia, horas después de la derrota en Valencia, Luis de Carlos respondió en tono desenfadado e irónico a la pregunta de EL PAÍS de si iba a adoptarse alguna decisión importante en la reunión del lunes: "Que vamos a dimitir por segunda vez los directivos que seguimos siendo malos". El vicepresidente, Luis Martínez Laforgue, con gesto serio, se limitó, por su parte, a eludir la cuestión, aunque con sinceridad reconoció la pésima imagen que estaba dando el equipo en los últimos compromisos. En el aeropuerto de Barajas, al filo de la medianoche, Amancio, acompañado del médico del club Miguel Herrador, era un hombre abatido y dispuesto a seguir cargando con todas las críticas sin entrar en polémicas con nadie, aunque no pudo evitar que se le escapara de sus labios un elocuente "ya están viendo lo que pasa sobre el césped".

De Carlos afirmó ayer que "se ha hecho preciso este relevo, que no cese, porque Amancio continúa ligado al club, en función del ambiente psicológico que se ha creado en torno al equipo. Todos tenemos nuestra parte de culpabilidad en la situación, que no se puede ocultar es grave. De ahí que se busque el revulsivo de Molowny, como ya ha ocurrido en anteriores ocasiones, para intentar conseguir la última baza del Madrid esta temporada, la Copa de la UEFA".

El presidente del club blanco no quiso entrar a analizar en profundidad cuestiones como la posible relajación de determinados elementos de la plantilla e, incluso, la falta de combatividad de algunos de ellos.

De Carlos se limitó a insinuar que "es posible que alguno no ha rendido en cuanto a capacidad de entrega, pero esto también marcha en paralelo muchas veces con los malos resultados que van minando la moral". A la pregunta de cuáles eran exactamente las relaciones del técnico con la plantilla, De Carlos contestó: "La cosa no iba engranada".