El Atlético no cumplió su objetivo en Yugoslavia

El Atlético de Madrid no cumplió su objetivo de perder por menos de cinco goles en Yugoslavia, diferencia que se estimaba como superable en el partido de vuelta, dentro de una semana. Perdió por siete goles a causa de errores propios, tanto en defensa como en ataque, y Lorenzo Rico, como ya es habitual, evitó una mayor derrota. Paró 19 remates, dos de ellos realizados desde el punto de penalti.El mérito de la Metaloplastika fue jugar a un ritmo muy regular durante los sesenta minutos. No hubo fisuras en el conjunto ni equivocaciones graves. Defendió duramente, adelantando a sus jugadores; contragolpeó sin fallos y su ataque sólo se mostró impotente ante un obstáculo: Rico. No es un equipo imbatible. El Atlético lo demostró mientras jugó con la misma seriedad. La Metaloplastika no fue superior al cuadro madrileño hasta que éste reiteró lamentablemente sus propios errores.

Con empate a cinco goles y a falta de nueve minutos para el descanso, el Atlético tenía bajo control la final. Hasta entonces, ambos equipos jugaban con parecida precisión. La diferencia técnica a favor de los yugoslavos la neutralizaba Rico en sus momentos de inspiración. Fueron dos contraataques fallidos del Atlético los que dieron la ventaja a la Metaloplastika, ya cuando se consumía la primera parte.

Eran tres goles de renta los que tenía en el descanso el equipo yugoslavo. Ante tan escaso margen, decidió exprimir hasta el límite la baza de jugar en campo propio y en la segunda parte dispuso una defensa implacable, y tan efectiva como peligrosa. Durante 15 minutos no consintió ningún gol, pero fue limando sus efectivos con las expulsiones temporales, que fueron poco aprovechadas por el Atlético hasta el extremo de que en los momentos que tuvo en la cancha a seis jugadores de campo contra cuatro del rival no fue capaz de conseguir más que un 1-1.

La ineficacia ofensiva del Atlético ante la defensa dispuesta por el rival -en 20 minutos sólo marcó dos goles, uno de rebote y el otro con rotunda superioridad numérica de jugadores- permitió que la ventaja de la Metaloplastika llegara a ser de ocho goles. La diferencia ya no aumentó más en los últimos 10 minutos del encuentro a causa del desgaste físico de los defensores y porque limitaron su movilidad al encontrarse al borde de la expulsión definitiva. Milián fue el único que supo sacar provecho de esta situación y llegó a marcar tres goles consecutivos, que paliaron el mal juego de ataque realizado por Stroem y Cecilio Alonso.

Acusaciones de Vujovic

Tras este resultado, la Metaloplastika revaloriza su condición de favorita en esta final de la Copa de Europa, pese a la Federación Internacional de Balonmano, según unas acusaciones realizadas por Vujovic. Este jugador, de 24 años, 88 veces internacional, dijo: "Me parece que la federación está tratando de eliminar en los primeros enfrentamientos a los equipos de la Europa oriental, los más fuertes por regla general, para ver si de esa manera puede sacar más dinero en los partidos occidentales".

Por su parte, Juan de Dios Román, el técnico rojiblanco, confesó que el resultado le había parecido "justo". La razón de la derrota del Atlético la basó en que "el equipo no estuvo a la altura de las circunstancias", matizan do que los mayores fallos se produjeron al desarrollar pésima mente el ataque. "Es incomprensible que jugadores como Cecilio y Stroem hayan fallado tanto".

"El Metaloplastika es un conjunto extraordinario", continuó el entrenador del Atlético, "con una defensa contundente y muy pegajosa". Acerca del desenlace del encuentro de vuelta, concretó que la ventaja que el cuadro madrileño habrá de alcanzar será "de ocho goles porque seguro que los yugoslavos nos marcan más de doce". Juan de Dios Román se refería al reglamento de la competición, que perjudicaría a su equipo si venciese sólo por siete y con el detalle de que el Metaloplastika marcase en Madrid más tantos que el Atlético en Sabac. "De todos modos, hay que intentar adjudicarse el título", concluyó.

El Barcelona, hoy

El Barcelona juega hoy en Moscú (15.00 horas, TV-3) el primer partido de la final de la Recopa frente al CSKA. Roberto Tendero, presidente de la Federación Española de Balonmano, presenciará el encuentro, igual que presenció ayer el de Sabac.