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El Parlamento de Lisboa debate la adhesion de Portugal a la CEE

El Gobierno de Lisboa coloca al Parlamento portugués delante del "hecho consumado" de la adhesiónde Portugal a la CEE. Todas las fuerzas políticas lusas están profundamente: convencidas del carácter meramente formal del debate, inaugurado el jueves por el viceprimer ministro socialdemócrata Rui Machete, y que concluyó ayer con un discurso político del primer ministro Mario Soares.En lo esencial, las negociaciones para el ingreso están concluidas, y Mario Soares ha descartado la posibilidad de convocar un referéndum antes de la ratificación del tratado de adhesión, considerando el proceso de integración irreversible desde la firma, en diciembre de 1984, del Constat d'Accord entre Lisboa y la Comisión Europea.

La Prensa portuguesa destaca que se trata del primer debate sobre el tema europeo desde el inicio del proceso de adhesión, hace ocho años, y los partidos de la oposición, comunista y democristiano., acusan al Gobierno de pretender con este formalismo corresponsabilizar al Parlamento y a todas las fuerzas políticas de los eventuales reflejos negativos del choque europeo sobre la maltrecha economía portuguesa.

Crisis económica

La dirección del Centro Democrático y Social (CDS) critica el optimismo del Gobierno acerca de los efectos dinamizadores y modernizadores de la integración, recordando que "al fin de cerca de dos años de gobierno (de Mario Soares), la economía portuguesa sigue esperando las reformas fundamentales, y en particular del sistema fiscal y del sector público" prometidas.

Los democristianos manifiestan su preocupación por el "constante aumento del coste de la vida, que fue del 3% en los dos primeros meses de 1985, dejando prever un nueve, aumento anual de la inflación del orden del 30%; pero, aparte de los comunistas, todos los partidos representados en el Parlamento son partidarios convencidos de la integración europea, y, como mucho, los socialdemócratas y los democristianos expondrán algunos desacuerdos con la forma como fueron llevadas las negociaciones y algunas críticas puntuales a supuestas "cesiones hechas por los negociadores portugueses en Bruselas".

Pero las críticas de unos y las reservas de otros no harán mella en la satisfacción del partido socialista, que celebró con champaña, hace dos semanas, el anuncio de la conclusión de las negociaciones de Bruselas. Y sobre todo no desviarán a Mario Soares de la intención de transformar su discurso de hoy en el Parlamento en auténtico lanzamiento de su campaña electoral para la presidencia de la República; dirigiéndose esencialmente desde el hemiciclo a la opinión pública portuguesa, Mario Soares pedirá al electorado un mandato de cinco años para cumplir la promesa de transformar Portugal en un país moderno y próspero.

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