Margaret Thatcher
no parece dispuesta a dar facilidades para que a su muerte se erija una casa museo con sus objetos más queridos o de uso cotidiano. La primera ministra, llena de sentido práctico y sin reparar en la historia, decidió vender hace tiempo su antigua casa del elegante barrio de Chelsea en un precio estimado de 400.000 libras esterlinas (alrededor de 80 millones de pesetas). Lo grave es que en dicha casa se han iniciado reparaciones y el genuino lavabo de Thatcher ha desaparecido, según un periódico londinense. Misteriosamente, el lavabo de la primera ministra, que los trabajadores depositaron en el jardín, fue saqueado hace tres semanas. Y no ha sido un hecho aislado. El baño de esmalte blanco de Margaret Thatcher, que los trabajadores arrojaron igualmente al jardín con el letrero "En venta el baño de Maggie", también ha desaparecido. ¿Cómo saber a qué oscuro lugar han ido a parar tan personales utensilios?
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