El ex presidente vasco reitera que será leal a su partido

"Nunca estaré enredando entre bastidores. Si estoy en algo, estaré de frente y por derecho", afirma el ex lendakari Carlos Garaikoetxea, quien señala que no hurgará en las heridas del Partido Nacionalista Vasco (PNV) ni acentuará la crisis en que se encuentra sumido."Seguiré", añade el ex presidente del Ejecutivo vasco, "siendo leal a mi partido. Y ser leal a mi partido es estar a las duras y a las maduras con quien lo dirige, aunque se discuta con ello?.

Para Garaikoetxea, el resultado de la reciente elección de los cargos del PNV en Guipúzcoa "una candidatura que, desde luego, no la he puesto yo ahí", matiza- "puede significar la reacción de unas bases ante lo que han podido considerar un mal desenlace de una crisis". Recalca que él no pretende en absoluto conseguir el control del aparato del partido, y hace hincapié en que su gran ilusión es "recobrar al compañero perdido y fundirnos todos en un abrazo y en un esfuerzo común".

En su opinión, una salida a la crisis que está sufriendo en estos momentos el PNV es el diálogo, "que siempre tiene que existir en cualquier institución humana. Y por ahí encontraremos una solución. Desde luego, no seré yo quien ponga palos en las ruedas de nadie".

Garaikoetxea, en términos generales, considera positivo el pacto suscrito por el Gobierno vasco y el PSOE. "Una persona como yo, que dice que va a ser leal al Gobierno de Euskadi, difícilmente podría valorarlo de otra manera que no fuera positiva; pero yo creo que ese pacto tiene unos contenidos que obligan a remitirse al tiempo para juzgarlo. Genéricamente era conveniente lograr una estabilidad. Ni Herri Batasuna ni Euskadiko Ezkerra ni Coalición Popular parecían estar en condiciones de proporcionarla, y, por consiguiente, desde ese punto de vista el intento merece un juicio positivo", afirma el ex lendakari.

Según el ex presidente del Gobierno vasco, el tiempo histórico de la violencia está pasando, y en ese sentido confía en que "este problema se superará; pero también hay que saber tender a veces un puente de plata para que los problemas se resuelvan". Y añade: "Decir una vez más de este agua no beberé y nunca negociaré me parece muy arriesgado. A veces hay que tragarse las palabras que se dicen, y yo creo que, en este caso, no hay que descartar ninguna salida final para el problema".