_
_
_
_

El negocio de las 'madres alquiladas' llega a la hípica

Mábel Galaz

La campeona olímpica Touch of Class, que proporcionó a su jinete, el norteamericano Joe Fargis, la medalla de oro en los pasados Juegos de Los Ángeles, estará unas semanas retirada de la actividad hípica, ya que ha sido inseminada por su compañero de equipo Abdullah, que monta Conrad Homfeld. Pero, para no interrumpir su campaña de esta temporada, Touch of Class cederá su embrión a una yegua de inferior rango deportivo, que actuará como madre alquilada. La situación es diferente en los pura sangre, ya que el estricto Jockey Club británico prohíbe estas prácticas para evitar la caída de los precios.

El negocio de las madres alquiladas ha llegado al mundo de la hípica. Los veterinarios norteamericanos han sido los primeros en experimentar esta técnica con caballos, como antes lo hicieron con el ganado vacuno. El resultado no ha podido ser mejor. Dentro de 11 meses nacerá unfoal (potrillo) de dos campeones que se cotizará en las subastas a precio millonario, superior incluso al que los propietarios pagaron por sindicar a su madre, Touch of Class, valorada en 43,5 millones de pesetas.Con el éxito experimentado con esta nueva técnica el negocio de la cría puede experimentar un importante vuelco. Según los veterinarios consultados, la inseminación en las yeguas es bastante fácil, con un riesgo de fallo casi mínimo y con gran rentablidad, ya que una misma yegua puede llegar a tener hasta seis hijos en un año, uno por cada celo de ésta, que se producen en los meses de enero a junio. Podría darse incluso el caso de que a una misma yegua se le provocarán celos artificiales, con lo cual el número de nacimientos de una misma yegua podría aumentar.

El método tiene la venta a de que la madre no interrumpe su campaña en las pistas de saltos y que los hijos son reconocidos a todos los efectos como vástagos de ésta, aunque hayan sido recriados en el vientre de otra yegua. Gracias a ello, las yeguas de gran clase, que hasta ahora se retiraban muy pronto de la competición para iniciar su negocio como reproductoras, alargarán la vida de competición, mientras que otras de inferior clase podrán ser utilizadas como madres alquiladas.

En el mundo del pura sangre británico esta técnica está prohibida, según las normas dictadas por el Jockey Club. Este organismo indica que sólo los hijos nacidos naturalmente de sus padres serán considerados legalmente como descendientes de éstos. Con esta norma se trata de defender el negocio de la cría del pura sangre, que se ha convertido en todo el mundo en uno de los más rentables. Si se diera luz verde a este método podría darse el caso do que en un mismo año nacieran cientos de hijos, por ejemplo, de Secretariat, uno de los sementales más cotizados del mundo, anulando la actividad de otros padrillos.

Francia, que celosamente sigue las normas dictadas por el Jockey Club, acaba, en cambio, de permitir la inseminación artificial entre los caballos dedicados única y ex clusivamente a participar en carreras de trotones, mientras que los criadores de este país, cuya industria es una de las que más divisas genera para la economía gala, mi Irán con preocupación el futuro, y temen que en un plazo no muy le jano se levante la prohibición en tre los pura sangre.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Mábel Galaz
Fue la primera mujer en pertenecer a la sección de Deportes de EL PAÍS. Luego hizo información de Madrid y Cultura. Impulsó la creación de las páginas de Gente y Estilo. Ha colaborado con varias cadenas de televisión y con la Cadena Ser. Ahora escribe en El País Semanal.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_