_
_
_
_
Tribuna:
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

India

Seiscientas salas de Estados Unidos exhiben actualmente la película de David Lean A passage to India, con 11 designaciones para el Oscar, y en la televisión, los domingos por la noche, se puede ver una serie épica sobre el mismo país, The jewel in the crown. Hace tres años, Gandhi de Attenborough, ganaba ocho oscars y tanto 1983 como 1984 se nutrieron de producciones como Heat and dust y Far pavillion sobre el mismo tema. Las librerías, a su vez, están abarrotadas de las novelas de Naipaul, de Salman Rushdie y de un grupo de escritoras indias que encabeza Brawler Pravawata.Apenas se sabía nada de la India, pero de repente la moda evoca el Ganges y el Taj Mahal, la seda y el Himalaya. Hasta Mecano remite a Bombay como una opción de veraneo. No acaba ahí sin embargo todo. Un magno Festival of India, con una duración de año y medio, se inaugura el próximo mayo en la National Gallery of Art de Washington y seguirá con exhibiciones a lo largo de 40 ciudades.

Bien es verdad que la India se ha ganado la primera página a través de dos espasmos: el asesinato de Indira Gandhi y la muerte de 2.000 personas envenenadas por un escape de gas en Bophal. Pero ello ha sido sólo un agregado que potenció la atención previa.

¿India? ¿Por qué la India ahora? ¿Se trata de otra fuga de la bipolaridad? ¿La escena que abre la expectativa de un solar más allá del claustro nuclear y su tóxica redundancia? ¿O se trata de un revival seriado en la nostalgia occidental, en la memoria conservadora de Disraeli y esa plácida solicitud con que el blanco, rico y atildado, era atendido por una raza apaisada? No se sabe muy bien dónde está la India, y vale más, en todo caso, dudarlo. Calcuta, Madrás, el templo dorado, los elefantes absolutos, el mismo tigre de Bengala al lado. Un secreto abarrotado por más de 700 millones de habitantes.

Margherite Duras vio esa seducción en un filme, India song, que fue desde el principio sonido. Nada es más persuasivo que el misterio una vez recuperado y, a la vez, nada se vende con más éxito entre la sumaria claridad que la energía de este nuevo agujero negro.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_