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Zahi Armeli, un árabe que es el mejor futbolista de Israel

Un árabe es en estos momentos el futbolista más popular en Israel Zahi Armeli, nacido hace 27 años en Shfaram, un pequeño pueblo árabe de Galilea, está en un lugar privilegiado del fútbol israelí tras tres temporadas espectaculares. Armeli no es palestino, sino un árabe nacido en Israel después de la creación del Estado hebreo. No goza de ningún tipo de protección especial. Se le considera un deportista ejemplar en todos los sentidos.

Comenzó a jugar en el Maccabi Shfaram, donde los cazadores de talentos se fijaron en él casi inmediatamente. De ahí pasó al Hapoel Balyam, que, gracias a Armeli, logró entrar en la nacional.Fichado en 1984 por el Maccabi Haifa, Armeli se convirtió enseguida en. el mejor delantero del equipo. El Maccabi Haifa siempre con imagen de modesto, comenzó a ganar partidos y consiguió el título. "El mérito de que el Maccabi Haifa haya ganado el cameonato recae principalmente en Armeli"', dijo Motti Haviv cronista del principal diario de portivo -Hadashot Hasport- de Israel. Arínefi entraría más tarde en la selección nacional y fue elegido como mejor jugador de 1984.

Fortaleza y rapidez

Con una fuerza física poco co mún, tiene un juego de cabeza formidable y es muy rápido. No es extraño que sea adorado por los espectadores y que haya sucedido a Rifaat Turk -otro jugador árabe, del pueblo de Jaffa- como un dios de los estadios. En realidad, tampoco es muy difícil, porque Israel tiene un nivel futbolístico muy limitado y los problemas políticos le han obligado a airlarse aún más.Afable, buen compañero y muy deportivo -jamás pierde los nervios en los partidos, ni siquiera cuando los seguidores del equipo rival le llaman "sucio árabe"-, Zahi Armeli es, en el sentido estricto de la palabra, un jugador ejemplar. Respetuoso con el reglamento, nunca sale por las noches y no bebe alcohol jamás. Se mantiene al margen de todas las discusiones, políticas o de cualquier otro tipo. Sólo tiene dos pasiones en su vida, el fútbol y su familia.

Una cosa le falta para convertirse en un jugador de categoría internacional: la disciplina sobre el terreno de juego, o más bien la autodisciplina. Zahi Armefl es demasiado generoso en su esfuerzo sobre el terreno de juego, y quiere estar en todas partes. De momento ya ha conseguido el respeto y la admiración de cuantos le conocen y acuden a verlo jugar a los campos de fútbol.

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