Intelsa despide a toda su plantilla de La Coruña

La empresa Intelsa ha remitido notificación de despido a 112 trabajadores de La Coruña, la totalidad de la plantilla de su centro de trabajo en esta ciudad. Este conflicto laboral, jalonado de numerosas vicisitudes e incidentes, se prolonga desde hace dos años y medio, sin que durante este tiempo la empresa asignara labor alguna a los empleados.

La medida de despido, calificada en conferencia de prensa por el comité de empresa como "una venganza política y sindical", se produce pocos días después de que la Dirección General de Empleo ratificará una resolución de la dirección de Trabajo de La Coruña denegando a Intelsa un expediente para suspender las relaciones laborales durante seis meses. Con anterioridad, los organismos laborales no accedieron a la pretensión empresarial de proceder a la rescisión de contratos.Los antecedentes de este conflicto se remontan al 10 de noviembre de 1981, fecha en que la Compañía Telefónica y la multinacional sueca Ericsson, que se reparten el accionariado de Intelsa, acordaron un plan de viabilidad de esta empresa, que incluía la venta de la fábrica de La Coruña, que empleaba entonces a 380 personas. La operación se hizo en favor de la nueva empresa Telettra, de la que Telefónica es socio mayoritario.

Parte de la plantilla de Intelsa se opuso al desmantelamiento de la factoría coruñesa, considerando también ilegal la exigencia de renunciar a los derechos laborales adquiridos para incorporarse a Telettra. Estos 147 operarios, de los que actualmente mantienen su postura 112, denunciaron entonces como fraude el intento de Telettra de acogerse a los fondos de creación de empleo, presentando como nuevos puestos de trabajo los procedentes de Intelsa. Debido a la denuncia, las subvenciones fueron denegadas.

Los trabajadores desconformes fueron enviados a una nave industrial en condiciones consideradas insanas por la inspección de trabajo, manteniéndose allí durante dos años y medio sin suministrarles material ni encargárseles ocupación alguna. El propio comité calcula que la empresa ha abonado más de 500 millones de pesetas en salarios improductivos.

Los empleados cumplían estrictamente el horario laboral, realizando labores domésticas, practicando deportes o ensayando una representación de la cantata de Santa María de Iquique. Los intentos de negociación, el último de ellos el pasado día 4, resultaron infructuosos, según el comité intercentros (Leganés, Instalaciones -que ayer realizaron un paro de solidaridad de una hora- y Coruña), debido a la actitud de la empresa.