Baró asegura que no aspira a sustituir a Vega-Arango
Manuel Vega-Arango, presidente de la Liga Profesional de fútbol, manifestó anoche a este periódico que "no he pensado en dimitir de mi cargo, no pienso convocar reunión alguna del Comité Ejecutivo de la Liga para este tema y no he recibido presión por parte de miembros de la Liga para que deje paso a otro presidente". Vega-Arango salía así al paso de las informaciones que señalan a Antonio Baró, presidente del RCD Español y miembro del Comité Ejecutivo, como su sustituto. Vega-Arango, que el próximo día 27 cumplirá el primero de los cuatro años de mandato para los que fue elegido, comentó que la próxima semana se celebrará la reunión habitual "en la que relanzaremos los contactos con la Administración". Baró comentó que "no quiero, ni debo, ni puedo pronunciarme sobre esa hipótesis, porque la Liga sigue teniendo presidente".
Baró almorzó ayer con representantes de los medios de comunicación barceloneses para agradecerles el trato recibido tras presentar su candidatura a la elección de presidente de la Federación Española de Fútbol. Durante la reunión alguien expresó una duda. "Señor Baró, usted era un hombre ocupado, que incluso sufría por no poder acudir a algunas de las reuniones de la junta del Español. Ahora ha pasado a ser presidente del club, ha medido sus fuerzas con el candidato favorito en las elecciones de la federación y dicen que tiene todos los números para ser presidente de la Liga Profesional, ¿cómo se explica esa metamorfosis?" "Muy sencillo", explicó Baró amablemente, "en mi club, el mayor esfuerzo lo hacen mis compañeros de junta, que son unas joyas. Esmuy importante tener un buen equipo, pero no sólo en un club, también en una empresa. En la mía, cuento con otro excelente cuadro de colaboradores. Además, no creo que la Liga Profesional ocupe tanto tiempo al presidente, sobre todo si todos trabajamos con voluntad de solventar los problemas y no de ampliarlos". Después de eso incluso se atrevió a asegurar que la Liga podía llevarse desde Barcelona.
Ir al cadalso
Baró no tuvo sensación de haber caído en ninguna trampa. Tres directivos del Español -uno de ellos íntimo colaborar del presidente- expresaron a EL PAÍS la sensación de que "acabará siendo, en pocas semanas, presidente de la Liga Profesional". Lo curioso del caso es que, como dice Vega-Arango, nadie ha convocado reunión alguna, es decir, los miembros del Comité Ejecutivo no han recibido convocatoria alguna y, que se sepa, Vega-Arango tiene mandato hasta el 27 de diciembre de 1987."Estoy dolido por esta situación, porque, después del pleno del pasado día 30, parece que el que ha perdido he sido yo, cuando lo cierto es el derrotado ha sido el propio Comité Ejecutivo de la Liga Profesional", dijo Vega-Arango, que comentó este extremo, una hora antes de que se iniciara la votación, con Romà Cuyás, secretario de Estado para el Deporte. Se asegura que días antes de que se cerrara el plazo de inscripción de candidaturas, Baró recibió una llamada telefónica procedente del Consejo Superior de Deportes (CSD), instándole a que se presentara. Fuentes de la Liga señalaron ayer a este periódico que Baró consultó sus intenciones con importantes cargos de dicho organismo, uno de los cuales incluso intentó persuadirle de su decisión asegurándole: "¡Antonio, que vamos al cadalso!". José Luis Roca, nuevo presidente de la federación, superó en 138 a Pedro Hernández Escorial y en 193 votos a Baró.
Baró aseguró ayer haber acudido a la votación con esa sensación. Y resumió en un hecho todo lo sucedido en una semana: "Después de todo lo sucedido, de un día (30) muy movido, llegué a Barcelona, me recibieron algunos compañeros de junta, hablé con ellos y, poco después, me trasladé a casa. Y, nada más abrir la puerta, apareció mi mujer. 'Estás tranquilo, ¿no?', me dijo. Estoy tranquilo, le contesté. Y nos abrazamos". Baró reconoció que se había presentado "porque no quería cargar con la responsabilidad de que, dentro de unos meses, algún compañero de Liga me echara en cara que 'lo ves, si te hubieras presentado todo esto no hubiese ocurrido'. Fui y puse la cabeza. Estoy tranquilo. Era como apostar por un caballo de tres patas".
Futuros planes
Durante su conversación, Baró se expresó, en muchos momentos, como un hombre muy preocupado no sólo por el futuro del fútbol, sino también de la Liga. "El mismo reglamento de la Liga indica que el dinero de las quinielas que corresponde al fútbol debe ir directamente a la Liga, sin pasar por ningún trasiego más, respetando, por supuesto, las especiales características de cada autonomía. Y es la Liga, en primer término, quien debe encabezar una campaña de imagen del fútbol, que frene la regresión de público, circunstancia ésta que me preocupa seriamente.Preocupación que viene dada "porque la familia ha recuperado a muchos aficionados, se van al cine, al campo, ya no se ven en las gradas padres con niños. Sé que el fútbol es caro, también debemos solucionar ese extremo, pero lo primero es sembrar en la infancia, en la juventud, porque colectivo que envejece, colectivo que muere".
Como miembro del Comité Ejecutivo -como él dijo-, aunque todo el mundo tuvo la sensación de que lo hacía como nuevo presidente de la Liga, Baró siguió hablando de los problemas del fútbol español. "Es imprescindible que federación y Liga nos pongamos de acuerdo en los temas importantes, porque no sirve de nada ir con una estaca en la mano cada uno". En torno al enfrentamiento con la Administración, Baró fue contundente. "Seamos sinceros. La Administración lo que quiere es ir solucionando los problemas del país. El fútbol, por sus deudas, es un problema y ellos quieren solucionarlo. Nosotros les hicimos una propuesta. Dinero de las quinielas para enjugar esa deuda y mecanismos de control de la gestión económica de cada club".
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