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La reconversión industrial costará más de billón y medio de pesetas, según las últimas estimaciones del Gobierno

Las necesidades financieras de la reconversión industrial emprendida en la actualidad ascenderán hasta 1990 a 1,26 billones de pesetas de 1983, según las estimaciones que ha revisado el Gobierno al elaborar su programa económico a medio plazo 1984-1987. Si a esta cifra se le suman los 240.000 millones de pesetas empleados desde 1981, el coste directo total superará durante la presente década el billón y medio de pesetas. Pero no hay certeza de que no sufra otra revisión al alza. De hecho, los compromisos ya contraídos por el Estado para el trienio 1984-1986 exceden a las cantidades presupuestadas.

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Los gastos corren a cargo del Estado

Las últimas estimaciones del Gobierno sobre necesidades financieras de la reconversión alargan en cuatro años su período y alcanzan, hasta 1990, 1.264.632 millones de pesetas de 1983 para los 12 sectores que aparecen en el cuadro adjunto.Excluidas las partidas relativamente pequeñas para saneamiento laboral e inversiones de capital circulante, algo más de las ocho décimas partes serán repartidas por mitades con destino a inversiones en inmovilizado (máquinas, nuevas instalaciones, etcétera) y saneamiento financiero (principalmente para reducir créditos privados que tienen aval público)

Sin embargo, el coste económico total será muy superior, al menos en necesidades financieras, si bien el hecho de que buena parte hayan de ser cubiertas con créditos o avales públicos desfigura la estimación del esfuerzo real y somete cualquier dato a un alto nivel de incertidumbre. Por una parte, cabe recordar que, desde 1981, la reconversión ha exigido algo más de 240.000 millones de pesetas, principalmente en créditos y avales que encuentran grandes dificultades de recuperación o están abocados a la ejecución. Por otra parte, las cifras se refieren siempre a necesidades directas de los sectores o grupos beneficiados y no a efectos indirectos en mayores gastos o minoraciones de ingresos públicos.

Coste más alto

Así, el cuadro adjunto estima el coste del saneamiento laboral en 89.431 millones de pesetas desde 1984 a 1990 para los 12 sectores citados. Pero los ministerios de Industria y Energía y Trabajo y Seguridad Social han calculado que, sólo en los cuatro principales sectores (siderurgia integral, aceros especiales, construcción naval y electrodomésticos), y únicamente para el trienio 19841987, una consideración más global elevaría los costes laborales a 116.745 millones de pesetas. De esta cifra, 71.469 millones corresponderán a recursos públicos por diversas prestaciones (gastos para equiparar pensiones por jubilaciones anticipadas, déficit en el que incurren el Instituto Nacional de Empleo y los fondos de promoción de empleo, etcétera). El resto saldrá de aportaciones empresariales (en su mayoría públicas), tanto directamente desde las propias empresas (28.827 millones de pesetas) como de los fondos de promoción de empleo que constituyan con trabajadores excedentes (el resto).En los cuatro últimos sectores citados, más equipo electrónico de automoción y componentes electrónicos, el ajuste de plantillas realizado desde que empezó su reconversión lo cifra el Gobierno en 24.398 trabajadores de los 58.882 en que se calcula el excedente (es decir, el 41,4%). La plantilla total al inicio de la operación (finales de 1980 o 1981, según los casos) era de 132.132 trabajadores. En un séptimo sector para el que se ofrecen datos, el textil, con 77.508 personas ocupadas, el excedente neto previsto llegaba a 5.910 trabajadores, y van dados de baja 4.855 (ajuste del 82% respecto a las previsiones).

Compromisos financieros

El Gobierno cifra los compromisos públicos adquiridos para el trienio 1983-1986 con los 12 sectores mencionados y con la empresa Unión Explosivos Rio Tinto en 786.344 millones de pesetas. Esta cantidad resulta superior a la de 772.445 millones de pesetas en que se estiman las cantidades presupuestadas para el mismo período.Las desviaciones entre compromisos y presupuestos se registran ya en 1984 para los créditos y avales del INI (60.000 millones de pesetas en compromisos y 39.500 millones de presupuesto para 1984). Pero radican fundamentalmente en la reposición de pérdidas por cuenta del instituto: en 1985, unos 75.000 millones de pesetas en compromisos y 49.900 millones en presupuestos; en 1986, 45.100 y 38.800 millones, respectivamente.

Los compromisos tienen el siguiente desglose: 109.435 millones de pesetas en subvenciones del Ministerio de Industria (lo presupuestado asciende a 120.595 millones y la diferencia está destinada a primas adicionales para la construcción naval), 214.409 millones en créditos oficiales o coeficientes bancarios de inversión (el presupuesto es de 242.450 millones de pesetas), 131.500 milloness en créditos o avales del INI (con presupuesto de 124.500 millones), 139. 100 millones de pesetas en ampliaciones de capital del instituto (con presupuesto de 122.800 millones de pesetas) y 191.900 millones en reposiciones de pérdidas (el presupuesto es de 162.100 millones de pesetas).

Cerca de la mitad de los compromisos se la lleva la siderurgia y otro tanto corresponderá a construcción naval, electrodomésticos y fertilizantes.

El resto tendrá estos destinos: algo más de 5.000 millones de pesetas en subvenciones para ERT; otros 6.000 millones en subvenciones y 4.900 millones de pesetas para sectores cuya reconversión finaliza (acero común y componentes eléctricos), y cerca de 25.000 millones en subvenciones para promoción industrial (textil-con-fección y fibras químicas, componentes electrónicos, telecomunicaciones y electrónica de consumo, sectores que requerirán casi otros 20.000 millones de pesetas en créditos oficiales o coeficientes de inversión).

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